Los padres del bebé fallecido en Jaca niegan que lo zarandearan de forma continua

Huesca

Los padres del bebé fallecido tras sufrir una grave hemorragia cerebral han negado este miércoles, en la sesión inicial del juicio en el que se enfrentan a una petición fiscal de 5 años de prisión cada uno por un delito de homicidio imprudente, que lo hubieran zarandeado en repetidas ocasiones hasta provocarle las lesiones que desembocaron finalmente en su muerte.

Los hechos fueron denunciados en marzo de 2022 por los servicios médicos del Hospital Infantil de Zaragoza, al que el recién nacido fue enviado desde la localidad altoaragonesa de Jaca, donde se habían establecido un tiempo antes del nacimiento de su hijo.

En contra del criterio de los especialistas pediatras, que informaron entonces de que las lesiones del bebé eran compatibles con el síndrome del bebé zarandeado, los padres han explicado en sus respectivos testimonios que su hijo sufría de vómitos y de mucosidad abundante, y que, de acuerdo con el pediatra del centro de salud de Jaca, le practicaban lavados nasales continuos antes de incorporarle para que pudiera respirar mejor.

Unos lavados, ha insistido el padre, que se realizaban con "mucho respeto y cuidado", antes de incorporarlo hasta el regazo de ambos, pero sin realizar, ha subrayado, ningún tipo de movimiento brusco.

Por su parte, la madre, tras insistir en que los vómitos y la mucosidad seguían siendo continuos, ha explicado que a finales de febrero de 2022 llevaron al bebé al Hospital de Jaca al comprobar que vomitaba después de amamantarse, y que tenía la nariz congestionada y le costaba respirar.

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Un día después, el bebé fue trasladado a Huesca, donde el neonato dio positivo en la prueba del Covid, aunque los servicios médicos tras permanecer un día de observación decidieron darle el alta.

Según la madre, a principios de marzo tanto ella como su pareja detectaron que su hijo empeoraba y que mostraba signos de rigidez, momento en el que el niño fue ingresado en el Hospital de Jaca y de ahí derivado de urgencia al Miguel Servet de Zaragoza, donde los médicos detectaron una hemorragia cerebral que, finalmente, causó su muerte.

Ha añadido que tras la muerte de su bebé tuvo que recibir atención psiquiátrica debido a las secuelas que le produjeron los hechos y al sentimiento, ha subrayado, de "haber podido hecho algo más" por su hijo.

Tras el testimonio de los padres ha comparecido una de las pediatras que atendió al bebé en el Servet de Zaragoza, que ha señalado que en el momento de ingresar presentaba "los efectos de los analgésicos, alteración de pupilas y signos de hipertensión en el cerebro". Tras el examen del escáner de este centro sanitario, se detectaron dos hemorragias, una más reciente y otra más antigua, en zonas diferentes del cerebro que, según la testigo, pudo deberse "al posible zarandeo o síndrome del lactante zarandeado".

También ha destacado que los médicos pudieron estabilizar la respiración del bebé pero no detener las hemorragias cerebrales que condujeron a su muerte, y que, en su opinión, el fallecimiento estaba más vinculado a estas lesiones que a la Covid.

El fiscal solicita para cada uno de los cónyuges penas de 5 años de prisión como presuntos responsables de un delito de homicidio imprudente, mientras que el letrado de la defensa, Eladio Mateo Ayala, solicita su libre absolución al entender que la muerte del bebé es ajena al síndrome del niño zarandeado.

El juicio se reanudará este jueves con testimonios de testigos y peritos y se suspenderá hasta el miércoles y jueves de la próxima semana, sesiones que se desarrollarán con el resto de pruebas periciales y las conclusiones finales de acusación y defensa.