CEOE-Cepyme Huesca y sus organizaciones empresariales integradas rechazan el Anteproyecto de Ley para la reducción de jornada laboral
Consideran que la reducción de jornada se debe reducir, en su caso, a través de la negociación colectiva
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Junta Directiva de CEOE-Cepyme Huesca
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Huesca
CEOE-Cepyme Huesca y sus organizaciones empresariales integradas muestran su total rechazo al Anteproyecto de Ley para la reducción de jornada laboral aprobado por el Consejo de Ministros y pendiente de la tramitación parlamentaria, por las consecuencias negativas para la competitividad de las empresas.
Los empresarios altoaragoneses defienden que no se deben modificar por ley cuestiones que son materia propia de los convenios colectivos, como la fijación de la jornada anual, suponiendo una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en la Constitución.
En este sentido, las organizaciones empresariales se han mostrado siempre a favor de reducir la jornada a través de la negociación colectiva, tal y como se viene haciendo desde hace más de cuarenta años, pactando una reducción de jornada de forma paulatina, gradual y progresiva, sin que ello suponga una pérdida de productividad para las empresas, que son las que crean y mantienen el empleo.
Recuerdan, además, que el V Acuerdo para el Empleo y Negociación Colectiva, por el que los agentes sociales UGT, CCOO, CEOE y CEPYME recogen una serie de compromisos y acuerdos en los que se basan todos los procesos de negociación colectiva consolidando un clima de paz social, se suscribió con una vigencia de 2023 a 2025, por lo que comienzan este año en un clima de incertidumbre respecto a las negociaciones de importantes convenios colectivos de varios sectores con el mantenimiento de las jornadas anuales que se pactaron en su día, que siguen vigentes y que, por tanto, deberían mantenerse, por una cuestión de seguridad jurídica y de respeto a los acuerdos pactados como fruto del diálogo social.
La reducción de jornada aprobada traería comoconsecuencia la pérdida de competitividad y de productividad encareciendoel coste laboral, que genera la subida encubierta de salarios al hacer menos jornada, y con ello, la falta de contratación de nuevos empleados. Esta situación repercutirá en el ciudadano, aumentando el coste de productos y servicios. Añaden que para las pequeñas empresas el impacto de la reducción de jornada será más difícil de procesar por su menor capacidad para disponer de nuevos trabajadores, especialmente con la actual problemática de vacantes que sufre el mercado laboral.
Por otro lado, no se han tenido en cuenta medidas de flexibilidad para determinados sectores con situaciones especiales que afectan a su productividad y con factores diferenciales. En este sentido, en el sector de la agricultura y ganadería no se pueden obviar las condiciones del campo, la climatología o los ciclos de producción. En el sector de hostelería y turismo los servicios a clientes durante jornadas completas o la estacionalidad. Para el comercio se va a producir una grave pérdida de competitividad del comercio de proximidad frente a las grandes plataformas de venta online. El sector de limpiezas, las empresas que estén subcontratadas por las administraciones públicas se enfrentarán a un aumento de costos que, debido a la normativa vigente, no podrán trasladar a los precios de los contratos con la administración pública, lo que plantea un desafío financiero significativo para el sector.
En este momento de tramitación parlamentaria de la reducción de la jornada laboral como proyecto de ley, pendiente todavía de la segunda aprobación por el Consejo de ministros y su remisión a las Cortes Generales, las organizaciones empresariales, a través de CEOE y especialmente de su presidente, Antonio Garamendi, están trasladando a los grupos políticos su visión sobre una medida que va a perjudicar, sobre todo a las empresas más pequeñas.