Cigüeñas autóctonas y otras de paso, en nuestras antenas y torres
Los expertos dicen que no hay sobrepoblación, sino simplemente las que pueden alimentarse en la zona
Cigüeñas en postes de la luz del Polígono Sepes de Huesca / Nuria Garces Ramon
Huesca
“Por San Blas, la cigüeña verás” es el refrán típico del 3 de febrero. Y sigue siendo cierto, pero con variaciones. En estos días vemos por nuestros cielos a las que están de camino hacia el norte de Europa, procedentes de África.
Pablo Vallés, naturalista experto en aves, dice que el refrán tiene una parte de sentido muy pequeña ya, porque “las cigüeñas, desde los años 90, las que tienen territorio y crían en la comarca de la Hoya de Huesca, se quedan con nosotros”. Pero, añade, “hay una parte que también migra, las que tenemos invernantes en la ciudad de Huesca, que por eso la gente ve muchas cigüeñas en invierno, muchas más que antes. Son las cigüeñas alemanas, austríacas, de centro de Europa, que se desplazan, no hasta África sino que se quedan en la península porque ya tienen alimento y las horas de luz son las suficientes para poder alimentarse. No les hace falta ir hasta África.
Además de esas, tenemos cigüeñas locales, autóctonas, que se quedan en invierno porque tienen dónde comer, y es basura. “Una cosa son las cigüeñas nuestras, las que tenemos alrededor de Huesca, pues esas cigüeñas están siempre allí. Todo el invierno hacen desplazamientos hacia la ciudad de Huesca porque el vertedero de la ciudad de Huesca es el que le suministra alimento durante todo el invierno. Luego, el resto del año tienen otras posibilidades de alimentarse de topillos, pero también tenemos las invernantes del norte de Europa y luego las otras, que son las que veremos pasar, que no pasan por la ciudad de Huesca”.
“Con la migración, a veces, se ve algún bando grande, pero sobre todo las vemos en humedales”. Estas se empezarán a ver en breve en la Alberca de Alboré.
Las cigüeñas son terriblemente territoriales con su nido, y si pueden no se van para defenderlo. Es curioso cómo se organizan los nidos, allí donde pueden disponerlos en altura. Pablo Vallés explica que, “en las antenas que hay en los polígonos de Huesca llenas de nidos, hay una estratificación muy clara, donde los nidos de más arriba son de as cigüeñas dominantes y esos nidos valen muchísimo porque son los más alejados del suelo. Conforme bajas por la antena de telefonía, las de más abajo son las cigüeñas con menos estatus, más jóvenes”.
Las cigüeñas son un animal protegido. En ocasiones parecería que hay sobrepoblación, pero según el experto esto es relativo. Dice que hay una población residente y otra “satelital”. En invierno, pues, habrá siempre más aves que en verano, pero siempre serán las que tengan posibilidad de alimento, y con ellas crecerá su número.