Tras meses de retrasos, las obras del tramo Sabiñánigo Este-Sabiñánigo Oeste de la autovía del Mudéjar A-23 avanzan a buen ritmo y se encuentran a más del 80% de ejecución. El nuevo tramo de autovía de 8,6 km, en la que se están invirtiendo 97,6 millones de euros, dará continuidad a los tramos de la A-23 ya en servicio tanto al Sur como al Oeste de la localidad, terminando con el cuello de botella que se produce en esta zona, y que servirá como circunvalación de esta población. Actualmente está en plena ejecución la estructura principal de la autovía, el viaducto sobre los ríos Gállego y Aurín, que cuenta con una longitud de 934 m y una altura máxima de 50 metros. En el viaducto, la rasante del tronco comienza en descenso con un valor del 4% en sentido creciente de progresivas, y tiene la particularidad de que la curvatura en planta al paso por esta estructura es variable, cambiando de curva a derecha a curva a izquierda, y también lo es la inclinación de la rasante, lo que da lugar a un encaje geométrico de notoria complejidad. A esta complejidad de encaje se le une la asociada a una estructura con vanos de 90 metros de luz en tablero único de 25,1 metros de anchura. El tablero está siendo ejecutado con autocimbra inferior para el núcleo central y carro de vuelos para los voladizos, que disponen además de puntales para su apoyo en la losa inferior del cajón. Tras el enlace con la N-260, se tiende otro puente de entidad importante, que cruza el río Aurín, con 302 metros de longitud, en un avanzado estado de ejecución. El tramo se localiza íntegramente en el término municipal de Sabiñánigo, avanzando en sentido Noroeste como variante de la carretera N-330, por el exterior del vertedero de Sardas y del núcleo de Aurín. El trazado incluye tres enlaces (Sabiñánigo Este, conexión con la N-260 hacia Biescas y Sabiñánigo Oeste) y la sección de la autovía será de 2 calzadas de 2 carriles de 3,50 m cada uno, arcenes exteriores de 2,50 m cada uno y arcenes interiores de 1 m cada uno.