Las medidas baturras de la Virgen del Pilar: el objeto más deseado para estas Fiestas
Largas filas en la Basílica para conseguir una de las 15.000 cintas de cachirulo, una edición limitada que ha lanzado el Cabildo
Zaragoza
Filas kilométricas y más de una hora de espera para conseguir una de las 15.000 medidas de cachirulo de la Virgen del Pilar que se han puesto a la venta esta mañana en la Basílica del Pilar, una edición limitada con motivo de las Fiestas del Pilar, que entran en la cuenta atrás.
Estas cintas se suelen ver en los espejos retrovisores de los coches, en carritos de bebé y en maletas o mochilas, como símbolo de protección, tanto para creyentes como para no creyentes. También es frecuente llevar este símbolo de la ciudad y de la patrona en la muñeca. Hay de todos los colores, sin ningún significado asociado, pero todavía no existía una que la uniera con el pañuelo tradicional de las Fiestas: el cachirulo. Y se ha desatado la locura por conseguir una. La medida de la Virgen del Pilar son, además, un recuerdo para los turistas.
Lo que simbolizan
Estas cintas tienen unas medidas de 40 x 2,5 centímetros, en las que hay una impresión de 36,5 centímetros que representa a la Virgen y contiene el texto "Medida de Nuestra Señora del Pilar". Simboliza la altura de la escultura de la Virgen del Pilar que se venera en la Basílica.
La tradición cuenta que a finales del siglo XV aparecen los primeros mantos para cubrir la columna y durante el siglo XVII se difundió la creencia de que los mantos podía beneficiar a los enfermos, al quedar bajo la protección de la Virgen. Las peticiones al cabildo se multiplicaron para tomar prestados los mantos y ante la dificultad de enviarlos fuera de los enfermos de fuera de la ciudad, se buscó otra solución. En 1621 se documenta por primera vez el uso de una medida de la Virgen del Pilar.
En el escrito los jurados de Zaragoza reservaban en exclusiva la comercialización de las medidas al cabildo de las Catedrales. También se fijaba una multa de 60 sueldos jaqueses para aquellos que vendiesen las medidas sin permiso. A partir de ese momento comenzaron a fabricarse cintas de papel o tela con la medida de la Virgen.