La sequía en Aragón, presente en la margen derecha del Ebro y en los cereales de invierno
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) espera que el régimen de precipitaciones de las próximas semanas sea beneficioso
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La sequía en Aragón preocupa a los agricultores / GETTY IMAGES
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Zaragoza
La margen derecha de la cuenca del Ebro en Aragón es la que presenta más dificultades en este inicio de año. Según el último informe de la Confederación Hidrográfica, se encuentran en sequía prolongada el Huerva, Aguas Vivas, Guadalope, Martín, Matarraña y en situación de escasez únicamente el Huerva en emergencia, aunque el eje del Ebro no es ajeno a este indicador. En la cara de la moneda, los embalses de la margen izquierda, aunque la reserva de nieve es escasa.
En estos momentos, en emergencia por escasez, además del Segre en Cataluña, se encuentra el Huerva, y en alerta, el Eje del Ebro.
Miguel García Vera, el jefe de Planificación del organismo de cuenca, avisa que preocupa "la cabecera del Ebro" por su "importante" desarrollo agrícola y de población. Suma también a esta alerta los ríos Queiles y Huecha. Además está el río Guadalope con una cuenca que dice "va a preocupar".
Lo que preocupa es la escasez de nieve en las cumbres. Y es la reserva de agua para el deshielo. Actualmente está por debajo de la media de los últimos cinco años. "Un indicador que nos preocupa", añade.
Los frentes de lluvia no llegan
En la zona oriental de la cuenca, los frentes no están llegando y, por lo tanto, no llueve. "El Noguera-Pallaresa lo tenemos en sequía prolongada, próxima al Segre", explica.
"Estamos viendo que esa parte de la península ibérica no llegan los frentes y no descargan. Por eso tenemos las cuencas internas de Cataluña con esa situación tan severa".
Pero, ante todo, cautela, en la Confederación, porque el régimen de precipitaciones de las próximas semanas será más beneficioso, salvo excepciones, como la del año pasado.
"En enero no tanto pero febrero, marzo, abril y mayo suelen ser meses de bastante aportación", continúa García. Pero el año pasado "fue la excepción" en marzo y abril las aportaciones estuvieron por debajo del 20%. Fue en junio cuando "se alivió la situación". La previsión es que estos valores se mantengan en este mes de febrero.
La cuenca de Huerva, campo de Belchite o el Bajo Aragón son tres de las zonas que preocupan ya en enero por la sequía a los agricultores. La nascencia del cereal es escasa y, si no llueve lo suficiente, el sindicato UPA ya vaticina que las pérdidas podrían llegar a más del 70 por ciento.
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Las últimas lluvias han permitido que los embalses de la margen izquierda acumulen reservas pero la margen derecha es deficitaria. José Manuel Roche, secretario general de UPA Aragón, afirma que "no empiezan muy optimistas el 2024". Y que la margen derecha del río Ebro no ha recibido la misma agua que la izquierda.
El 2023 ya fue desastroso, con pérdidas - solo en el cereal de invierno - del 65 por ciento. "Los golpes de calor que tuvimos en los meses de verano se llevaron sobre todo el viñedo y los frutos secos", explica.
Por eso, consideran que los seguros agrarios son el recurso más útil pero hay que actualizarlos. "No tiene nada que ver la situación climatológica de hace 10-15 años a la que estamos viviendo en estos momentos". Defiende además que "tenemos que seguir almacenando agua". Y se muestra favorable a que se plantee de nuevo el embalse de Biscarrués.
Por cierto, las indemnizaciones del seguro agrario para los agricultores y ganaderos alcanzaron los 88 millones de euros en 2023, solo superado por el año anterior. Casi la mitad de lo que pagó Agroseguro fue para cereal de invierno y primavera, legumbres y arroz, muy afectados por la falta de precipitaciones y el pedrisco.