Usuarios de la A-23, a la altura de Igriés denuncian el peligro de aquaplanning en esta vía

Huesca

Tras el accidente de tráfico que costó la vida a una mujer de 36 años, este jueves, usuarios habituales de la autovía A-23, han mostrado su preocupación por el estado de esta carretera, especialmente en el carril de bajada a Huesca, donde se inició el siniestro. A falta de conocer el atestado, todo hace indicar que a esa hora, que llovía de forma intensa, se formó un gran charco en ese punto, en el término municipal de Igriés, que podría haber provocado que la mujer hiciese ‘aquaplanning’ con su vehículo, atravesando la mediana para acabar chocando contra un turismo que iba en sentido contrario.

Oscenses que viven en Huesca y trabajan en Jaca, y que hacen ese trayecto en coche todos los días, recuerdan que no es la primera vez que se produce un accidente en ese punto carretero. En los últimos meses han contabilizado tres o cuatro incidentes, uno de ellos con siniestro total del coche, debido a que el peralte de la curva, cuando llueve de forma intensa, hace que el agua en lugar de evacuarse, se acumule en la calzada formando un gran y peligroso charco, que provoca los aquaplannings.

En un escrito remitido a la redacción de Radio Huesca, se preguntan si tiene que morir una persona para que las Administraciones responsables se den cuenta de que esa carretera necesita un arreglo en el asfalto.

Y recuerdan que estas carretas las recorren millones de turistas al año, y su deterioro lo acaban sufriendo quienes las recorren todos los días.