Siete rescates de montaña entre el viernes y el sábado, con un ciclista herido grave tras caer por un barranco
La Guardia Civil también tuvo que realizar un rescate nocturno a dos franceses septuagenarios extraviados en la montaña
Huesca
La Guardia Civil ha debido llevar a cabo entre el viernes y el sábado un total de siete rescates a un ciclista, montañeros, corredores de montaña, barranquistas y senderistas. Una caída por un barranco, que resultó ser el suceso más grave, puesto que la víctima sufrió lesión cervical y traumatismo en la cabeza, lesiones tras saltos en un par de barrancos, montañeros enriscados en las inmediaciones de Canfranc o en el Pico Cerler en Benasque, donde otros también sufrieron heridas por caída de piedras, o un rescate nocturno a dos franceses de 74 y 75 años, extraviados en el Pico Gabietos en la zona de Ordesa han sido las actuaciones.
Un ciclista de montaña sufrió el pasado viernes un accidente, al caerse por un barranco en un lugar denominado zona cero, en el collado de Cereza-Oncins, en el término municipal de El Pueyo de Araguás. La guardia Civil recibió un aviso a través del 112-SOS Aragón, en el que se indicaba que podía sufrir lesiones graves en la cabeza y en la espalda tras la caída. El herido era un vecino de Burgos de 44 años, que presentaba lesión cervical y un fuerte traumatismo en la cabeza.
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Al lugar de los hechos se dirigieron del GREIM de Boltaña, el helicóptero de Huesca y un sanitario del 061, que debieron hacer tres ciclos de grúa para llegar hasta el herido, al que inmovilizaron y evacuaron del lugar también mediante un ciclo de grúa. Fue trasladado en helicóptero al Hospital San Jorge de Huesca.
El sábado se rescató a un vecino de Pamplona, de 34 años, con una lesión de tobillo, que se había producido tras realizar un salto en el barranco Oscuros del Balced, en el término municipal de Adahuesca. Hubo que realizar también un ciclo de grúa para acceder a él. Posteriormente se le inmovilizó el tobillo y fue trasladado al Hospital San Jorge de Huesca.
También el sábado se recibió una llamada informando de que una barranquista que se encontraba realizando el descenso del barranco Hospital (Siresa-Valle de Hecho) al saltar en una poza se había golpeado contra una piedra y se había lesionado una pierna no pudiendo continuar con la actividad. Se trataba de una vecina de Huesca de 50 años, con posible lesión en la rodilla. También fue rescatada con un ciclo de grúa y trasladada al Hospital de Jaca.
Ese mismo día se rescató a un varón de 56 años, vecino de Zaragoza, que había quedado enriscado en las inmediaciones de la gruta helada de Lecherines en Canfranc. Fue auxiliado por el GREIM de Jaca y evacuado ileso por el helicóptero de la Unidad aérea de Huesca.
Posteriormente, en torno a las 15 horas se tuvo conocimiento que dos corredores de montaña han sufrido lesiones tras una caída de piedras en el Pico Cerler (Benasque).
Se dirigieron al lugar GREIM de Boltaña y helicóptero de la Guardia Civil con base en Benasque junto con médico del 061, una vez en el lugar se les acondiciona para ser evacuados mediante ciclos de grúa, una vez trasladados hasta la helisuperficie de Benasque, allí fueron valorados adecuadamente con el médico del 061, siendo asistidos de diversas laceraciones, Uno de los lesionados tuvo que ser trasladado al Hospital de Barbastro con posible fractura de costillas y el otro rescatado, al no revestir sus lesiones mayor gravedad, se desplazó por sus medios a su alojamiento. Se trataba de dos vecinos de Rubí (Barcelona) de 52 y 58 años.
Y unas horas después se recibió un nuevo aviso indicando que dos personas que se encontraban descendiendo el mismo Pico Cerler (Benasque) y se encontraban enriscadas al haberse distanciado de la senda y no sabían regresar. Se dirigieron al lugar efectivos del GREIM de Benasque, con helicóptero de la Unidad Aérea con base en Benasque. Además una patrulla del Puesto de la Guardia Civil de Benasque se dirigen a la zona por una pista forestal.
Finalmente fueron localizados por el helicóptero y mediante ciclos de grúa los especialistas acceden hasta los montañeros que se encontraban ilesos y fueron evacuados mediante ciclos de grúa y posteriormente trasladados con el helicóptero hasta Benasque, continuando a posteriori por sus medios al encontrarse ilesos. Los rescatados eran dos vecinos de Rubí (Barcelona) de 48 y 51 años.
El último aviso se recibió sobre las 23 horas desde el Refugio de Bujaruelo, informando de que dos montañero de nacionalidad francesa que se alojaban en ese lugar habían llamado indicando que se encontraban extraviados y bajo una fuerte tormenta que les impedía continuar la marcha. Dijeron que llevaban más de dos horas intentando localizar la senda de descenso pero que no podían, encontrándose en la zona alta del barranco de Gabietos a unos 1900 metros de altitud, siendo incapaces de compartir su ubicación. Personal del GREIM de Boltaña comenzaron el ascenso de la senda hacia la cabecera del barranco de Gabietos.
Debido a la oscuridad de la noche los especialistas de montaña cuando llegaron a la cota 1.900 comenzaron a realizar llamadas para ubicar a los extraviados. Finalmente, escucharon gritos de contestación, y se dirigieron hacía los mismos, resultando que los extraviados se encontraban a unos 100 metros de la senda. Se habían cobijado como habían podido y estaban exhaustos y con principio de hipotermia que dificultaba su movilidad. Los montañeros, dos ciudadanos franceses de 74 y 75 años, relataron a los agentes que habían salido desde el refugio de Serradets (Francia) y se habían extraviado de la senda al entrar al bosque, comenzando a llover fuertemente de manera que resultaba imposible continuar la marcha. Los especialistas les facilitaron agua, algo de comida, ropa seca de sus propios uniformes e iluminación e iniciaron el descenso porteando las mochilas de los rescatados. Uno de ellos hubo de ser porteado a la espalda por los especialistas en algunos tramos.
Tras unas tres horas y media consiguieron llegar al refugio de Bujaruelo en torno a las 5 de la madrugada. Se les preguntó si necesitan asistencia médica y dijeron que no, que solo necesitaban descansar y que al día siguiente evaluarían si necesitan o no ir a algún centro médico y reevaluarían si continuar o no la travesía. Por este motivo los agentes del GREIM de Boltaña regresan a su base.