"Gracias al vino vivimos en el Somontano": de la viña a la mesa pasando por el enoturismo
Más de 800.000 personas han visitado la Comarca desde 2007 por amor al vino
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Vinos de la Denominación de Origen Protegida Somontano
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Somontano
Era una tarde de invierno. Hace casi 20 años. Estábamos en una cafetería de la Plaza del Mercado de Barbastro con un grupo de periodistas de Madrid con los que habíamos compartido, durante varias jornadas, el alma de vino de nuestro Somontano, a los pies de las montañas de los Pirineos de Huesca. Era el último día de su estancia en nuestra tierra. Teníamos un descanso y, en lugar de quedarse en el hotel, varios de ellos habían preferido salir a tomar un chocolate caliente con churros entre risas y conversaciones. Hablábamos, distendidamente, de todo un poco. Después, les acompañamos al hotel a prepararse para la cena de despedida.
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Ya en uno de los restaurantes más bonitos y con más encanto del Somontano en el que compartíamos la última velada del viaje, el entonces presidente de nuestra denominación les preguntó qué era lo que más les había gustado de su experiencia. Uno de los periodistas madrileños, desde aquel primer encuentro gran amigo de Somontano, le contestó:
"Somontano ha sido un descubrimiento. Hemos conocido bodegas sorprendentes, bebido grandes vinos y vivido momentos estupendos pero, si tengo que elegir uno entre todos, yo me quedo con un comentario del chocolate de esta tarde: que gracias al vino muchos jóvenes se han podido quedar aquí, en su tierra".
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Espacio del vino de la sede de la D.O.P. Somontano / enriquearmisen.com
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Espacio del vino de la sede de la D.O.P. Somontano / enriquearmisen.com
Sonreí. Tantos años después lo sigo haciendo. Gracias al vino muchos nos hemos podido quedar en la tierra que nos vio nacer después de, por la misma realidad de vivir en sitios pequeños, incluso entonces en la capital de Aragón, tener que ir lejos para formarnos en nuestras vocaciones profesionales y después, desde una decisión personal vital, volver a casa. Muchos así lo hemos hecho y esa gran oportunidad la vivimos mientras otros llegados de lugares de toda España, también desde una decisión voluntaria y apasionada, han elegido Somontano como su hogar, gracias al vino y a otros sectores asociados a él como el enoturismo. Todo ello, a través de multitud de tipos de trabajos, algunos impensables porque la cadena de valor de su elaboración se mima desde los viticultores, pasando por los variados tipos de perfiles en la bodega hasta llegar a los departamentos de comercialización, comunicación o enoturismo.
Somos un sector, el del vino, un completo mundo que se desarrolla partiendo del sector de la agricultura, pasando por el de la agroindustria y culminando y complementándose con el de los servicios.
El famoso terroir
La viticultura es un cultivo mediterráneo cuya ubicación aporta un valor único a su fruto, materia prima de grandes vinos. Es la clave y valor de las denominaciones de origen. Cada copa recoge, en forma de vino, el territorio del que nace. Es el famoso terroir: la combinación perfecta del territorio, los tipos de suelo, el clima, la biodiversidad… y la mano del hombre que da como resultado un vino único, especial y valioso.
Esos viñedos forman parte de una naturaleza que es fuente de vida. Favorece la vida de otras especies y dibuja paisajes en los que la viña es elemento de un desarrollo sostenible del que hacemos gala y se refleja en el hecho de ser el primer y único consejo regulador vitivinícola de Aragón que cuenta con el sello de Responsabilidad Social Corporativa.
La viña, además, requiere mucha más mano de obra y trabajo constante que otro tipo de cultivos y por eso mismo asienta población en el territorio. Los más de trescientos viticultores de Somontano dan fe de ello. La uva les ha dado la oportunidad de poder vivir de la agricultura y con ello mantener o echar sus raíces personales en esta tierra especializándose en el cultivo de la vid.
Esas uvas llegan a las bodegas donde se convierten esa materia prima en una amplia gama de vinos blancos, rosados y tintos. En ese proceso, ya en el sector secundario, en nuestra tierra más de quinientas personas apasionadas en hacer cada uno de los múltiples trabajos cuyo colofón es acercarlos a quien los disfrutará con el sello de calidad “Somontano”.
Y de allí, a la amplia oferta de servicios vinculados al enoturismo invitando a quien le gustan nuestros vinos a disfrutar de ellos en el territorio del que nacen. Más de noventa establecimientos, con sus respectivos equipos, garantizan vivir un viaje que se convierte en una experiencia inolvidable. El último informe de la demanda turística 2021-2022 del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España asegura que el enoturista es un tipo de viajero que gasta más que los tradicionales en el destino, que busca viajes más responsables y sostenibles y busca el contacto con la naturaleza y el entorno local. Somontano es, a esos efectos, imbatible y su denominación de origen y ruta del vino están completamente alineadas con una oferta que está íntimamente ligada a esos valores en una apuesta por la cultura del vino en la que éste se combina con la gastronomía, la naturaleza, el patrimonio y la cultura.
Sólo con empleo, con oportunidades, con medios, con proyectos con una esencia única y de valor, con personas comprometidas con la excelencia y la autenticidad podremos seguir dando vida y desarrollo a cada rincón del territorio Sólo así tendremos un presente y un futuro. A ello se sumarán mil y otros recursos también vitales como las comunicaciones pero son esos primeros ladrillos de la gran casa, los que sostienen todo el edificio que es cada una de nuestras zonas rurales.
Elemento vertebrador
Un claro ejemplo de ello ha sido el vino en Somontano. Partiendo de su propia historia, personalidad rompedora y ubicación a los pies de las montañas del Pirineo de Huesca que son clave en el carácter de sus vinos, ha sido un elemento esencial en la vertebración, desarrollo e identidad de este territorio. Un territorio cuyo mayor núcleo de población es Barbastro, la capital, con algo más de 17.200 habitantes. El segundo, Graus con 3.420. Desde el tercero hasta el cuadragésimo tercero que conforman el mapa de la denominación, hablamos de municipios con una población de 67 personas a menos de 1.000 habitantes.
En un mapa tan afectado realmente por la despoblación, más de ochocientas familias vivimos directamente de la vitivinicultura de Somontano. De las viñas, las bodegas y el vino. A ellas hay que sumar otras cien que representan a las empresas asociadas a la oferta enoturística de nuestra denominación de origen que se articula a través de la Ruta del Vino Somontano. Una realidad económica y empresarial que ha generado fuertes inversiones, desarrollo y orgullo de pertenencia a una tierra en la que el vino es bandera de todos. De los que estamos dentro del mundo del vino pero también de los que no pero se sienten parte de él. Dice el reconocido historiador Alberto Sabio en el prólogo del libro que editó la Denominación de Origen Protegida Somontano en el que se detallaba todo lo recorrido que “en esta zona, la cuestión de la viticultura expresa en sí a toda la comarca donde el vino tiene arraigo y una enorme capacidad de arrastre que motiva y potencia la actividad de otros sectores y de la población. Hay varias comarcas que incluyen la palabra Somontano pero el nombre de Somontano ya se identifica a una comarca en concreto, al Somontano de Barbastro, y eso se debe a que el vino ha creado una identidad comarcal más fuerte.”. Así ha sido y, a partir de ahí, con el vino, en un esfuerzo conjunto de todos, de la suma de iniciativas privadas y apoyo público, hemos construido una marca fuerte que tiene y genera valor y con ello nuevas oportunidades en su constante propuesta de grandes vinos y grandes experiencias para expandir ese espíritu dinámico a sectores afines.
No sólo hablamos de empleo y productos de calidad, sino también de actividades y eventos pioneros que han convertido a Somontano en el epicentro de las propuestas enoturísticas de primer orden a nivel nacional. Es, a modo de ejemplo, el caso del Festival Vino.
Somontano que desde el año 2000 se ha convertido en una cita para miles de personas en su tiempo de ocio creando una potente alianza de lo que es en sí la denominación de origen: vino, territorio, gastronomía y cultura. Es la guinda del pastel de una amplia oferta que desde entonces y durante todo el año aporta mil y una razones para venir y volver a esta tierra con alma de vinos. Muchos lo hacen. Desde 2007, fecha desde la que se cuenta con registro de visitas, son más de 800.000 personas las que han venido a nuestra tierra gracias a su amor al vino y su cultura. A ellas habría que sumar los turistas que eligen como destino nuestra tierra por su naturaleza, por su patrimonio, gastronomía o espiritualidad. Razones para venir o a las que dedicar tu vida para poder disfrutar, siempre, de Somontano y empujar ese desarrollo de su territorio y gentes viaje a viaje, y/o, copa a copa.