De mujeres candidatas

Zaragoza

Primero sólo estaban ellos y sólo cuando la imagen empezó a chirriar, mucho después de que las mujeres coparan trabajos, sacaran las mejores notas y ganaran oposiciones, empezó a conjugarse el femenino que ahora empieza a ser plural. De la no siembre buscada y conseguida paridad, pasamos a las listas cremallera, y ahora a la cabeza de cartel.

En la Plaza del Pilar, habrá mayoría de mujeres para optar en mayo a la alcaldía, pero ninguna habrá sido, primarias aparte, elegida por otra mujer. Y así suele ocurrir en toda la política.

Ha sido Jorge Azcón quien ha elegido a Natalia Chueca, lo mismo que Pedro Sánchez eligió de ministra y ahora de portavoz electoral a la aragonesa Pilar Alegría. Fue Marcelino Iglesias quien eligió a Eva Almunia o José María Aznar quien ascendió a Luisa Fernanda Rudi. Porque las cosas cambian, faltaría más, pero no tanto. Y las apariencias casi siempre engañan.

Ser mujer es ahora un plus, lo mismo que toda la vida ha sido un obstáculo, mientras el sexo de ellos permanece falsamente irrelevante. El poder es otra cosa, pero lo que sí es un avance es que, al menos, se deje a la voluntad de las urnas el conquistarlo.