Llamamiento de Cáritas a la solidaridad porque cada vez hay más necesitados
Disminuyen las ayudas económicas y el voluntariado, pero aumentan las personas en situación crítica

Jaime Esparrach, secretario general, y Felipe Munuera, director de Cáritas Huesca, presentando la campaña de Navidad

Huesca
Cáritas Huesca recuerda en estos días Navideños, en los que tanto se habla de solidaridad, la necesidad en la que viven muchos vecinos de Huesca, cuya situación se ha ido complicando por causa de la pandemia, la posterior guerra y la crisis e inflación que todo esto ha conllevado. Por el contrario, Cáritas ha ido viendo cómo disminuyen las ayudas de las administraciones y de los ciudadanos en general, y cómo cuentan además con menos socios y voluntarios. Todo suma para peor.
Jaime Esparrach, secretario general de Cáritas, asegura que necesitan generar mucho más voluntariado y más gente que quiera colaborar económicamente para poder desarrollar su trabajo y que el desarrollo de los proyectos y las ayudas que destinan a los más pobres puedan se puedan ir gestionando. Llevan, dice, varios años en los que las aportaciones de las administraciones se van reduciendo y lo mismo ocurre, desde que llegó el covid, con los socios y con las ayudas económicas de los ciudadanos.
Eso hace que su actividad, con la demanda que sigue siendo la misma, se vea afectada y les pone en una situación compleja.
La sociedad hoy en día ha dejado de ser tan solidaria. Esparrach dice que solemos ser solidarios con lo que nos sobra, después de cubrir nuestras necesidades. Pero recuerda que las personas necesitadas son nuestra necesidad, y que invertir en los más pobres es hacerlo en una sociedad mejor.
El perfil de quien acude a Cáritas empeora y aumenta. Cada vez hay más jóvenes, y hay familias con ingresos inestables, o en situación administrativa irregular, con muchos problemas para poder costearse los alimentos, los gastos habituales, y no digamos una vivienda.
En lo que llevamos de año ya son unas 2.000 personas las que han acudido a alguno de sus servicios, y más de 3.000 han beneficiado de la ayuda de Cáritas. En muchos casos, ayudas de primera necesidad.
Hay que recordar que el número de personas en esta situación que están pasando por el Centro de Día Fogaril de Cáritas Huesca durante el último año, está dibujando una curva ascendente. Hasta octubre de 2022, más de 260 personas han pasado ya por el centro, frente a las 235 que lo hicieron en 2021.
Cáritas Huesca cuenta con una red de poco más de 450 personas socias (una cifra que se va reduciendo año a año), y algo menos de 300 voluntarios. Además, han detectado un descenso en las aportaciones recibidas del orden de 50.000 euros con respecto a 2020.
Es por ello por lo que animan a los oscenses a hacerse socios, o a hacer un donativo. Decía Jaime Esparrach que para Cáritas es una prioridad “atender a los últimos”.