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Cáritas Huesca anima a iluminar con gestos de solidaridad y esperanza la situación de las personas más necesitadas

La coyuntura actual ha acelerado el empeoramiento de las condiciones de pobreza y exclusión de aquellas familias que ya se encontraban en una difícil situación

Cáritas Huesca presentaba su campaña navideña

Cáritas Huesca presentaba su campaña navideña

Huesca

Esta Navidad, con el lema “Sólo el amor lo ilumina todo” Cáritas Diocesana de Huesca invita a mirar más allá de nuestro entorno más cercano y apostar por el amor a los demás como estilo de vida. El amor provoca la necesidad de cuidar y ser cuidados, de vivir disfrutando de un bien común con el pleno acceso de todas las personas a los derechos humanos y fundamentales para lograr unas condiciones de vida digna.

Las consecuencias de la pandemia, agravadas por la inestabilidad internacional, que ha generado la guerra entre Ucrania y Rusia, ha incrementado la inflación y ha acelerado el empeoramiento de las condiciones de pobreza y exclusión de aquellas familias que ya se encontraban en una difícil situación. Esto convive con otras sombras, no menos importantes, como las olas migratorias, la falta de empleo, los bajos e insuficientes salarios que no permiten cubrir los gastos básicos, la escasez de vivienda accesible para quienes tienen menos recursos, los problemas de salud mental y la soledad.

Por ello, Cáritas Huesca más que nunca anima a encender la luz de la solidaridad y la generosidad porque “debemos creer que la esperanza es posible y tenemos el gran reto de sostenerla, recrearla y hacerla cotidiana en nuestra forma de afrontar la vida”. Una propuesta para vivir una Navidad diferente en la que no sólo se llenen las casas de luces, de risas y encuentros, sino de humanidad para contagiar y compartir. Un amor que permitirá iluminar las sombras de esta situación socioeconómica compleja.

El informe Foessa sobre el impacto de la pandemia en España, presentado a principios de este año, ponía de manifiesto el empeoramiento de las situaciones de exclusión. Esta realidad se constata también en el día a día de los programas y proyectos de Cáritas Huesca, donde llegan personas y familias con situaciones cada vez más complicadas que afectan a la dignidad y los derechos humanos. En lo que va de año, más de 2.000 personas han acudido a la entidad para solicitar algún tipo de ayuda, económica, social, laboral o emocional. Una cifra que se eleva si se contabilizan todos los miembros de la unidad familiar. De hecho, en 2021 ya se destinó un 13% más de dinero que el año anterior para apoyos.

Por su parte, el informe “El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo”, elaborado por Foessa y presentado en noviembre, indica que el 31,5% de los hogares en España (seis millones de familias) tienen unos ingresos muy por debajo de lo que necesitarían para vivir en condiciones de vida dignas. En Aragón, según las primeras observaciones realizadas por Cáritas en cuanto a la intervención realizada con familias en estos últimos meses, la vivienda aparece como principal variable que genera exclusión social. Durante el pasado año, las ayudas se centraron en cubrir gastos básicos (alimentación, ropa, enseres) y de vivienda. Una dinámica que se mantiene durante 2022, puesto que la vivienda continúa siendo el principal ámbito al que se destinan las ayudas.

La mayor parte de las familias que acuden a Cáritas Huesca cuentan con ingresos inestables o se encuentran en una situación administrativa irregular, por lo que les resulta muy difícil acceder a un alquiler o se ven obligadas a vivir en una habitación o piso compartido. Además, hay que añadir a las personas que ni siquiera tienen acceso a una vivienda. El número de personas en esta situación, que están pasando por el Centro de Día Fogaril de Cáritas Huesca durante el último año, está dibujando una curva ascendente. Especialmente, sorprende el nuevo perfil, y cada vez más común, de personas jóvenes.

Más de 260 personas han pasado ya por el centro hasta octubre de 2022, frente a las 235 personas que lo hicieron en 2021. La exclusión residencial en Aragón afecta a más del 19% de la población en general. Según el informe Foessa, el nivel de exclusión es del 33% para los menores de 35 años frente al 9% en los mayores de 65. Una realidad que viven muchas familias acogidas y acompañadas en Cáritas. Es el caso de este joven acompañado por Cáritas Huesca desde 2018 que, tras intentar pasar la frontera en varias ocasiones por su cuenta tuvo que rendirse y caer en el inhumano círculo de las mafias para poder llegar a España. “Fui a Bilbao, y de allí bajé a Huesca porque tenía un amigo, que me prometió refugio. Después de un mes conviviendo con él me echó a la calle y busqué una habitación con el dinero que ganaba trabajando días alternos. Luchaba por buscar un trabajo que me ayudase a pagar mi alquiler y a sobrevivir, hasta que un amigo que conocí en la mezquita me recomendó Cáritas. Gracias a ellos aprendí mucho, me ayudaban a pagar el alquiler y a formarme. Así aprendí a que no hay diferencia entre razas, que no hay racismo, que todos somos iguales. Cáritas es mi familia, a la cual contaba mis problemas. Este año por fin he conseguido trabajo y he podido regularizar mi situación. Ha sido un sueño cumplido”, explica.

Cáritas Huesca trabaja a diario para evitar estas situaciones o aliviar las injusticias de personas como ella. Una labor que, sin el apoyo de la comunidad, de las personas voluntarias, socias y donantes y de las empresas colaboradoras, no sería posible. Actualmente, la entidad cuenta con una red de poco más de 450 personas socias (cifra que año tras año se reduce) y algo menos de 300 voluntarias. “Es cierto que con la pandemia recibimos una generosa aportación ciudadana, que permitió afrontar la inesperada situación que se generó. Ahora las circunstancias no son más alentadoras y, sin embargo, hemos detectado un descenso en las aportaciones recibidas del orden de 50.000 euros con respecto de 2020. Por ello, de nuevo, queremos apelar a la buena voluntad de la sociedad, a la corresponsabilidad y a la justicia social”, destaca Jaime Esparrach, secretario general de Cáritas Huesca.

Es necesaria una revisión y adecuación del estado de bienestar a las circunstancias actuales, que garantice los derechos ciudadanos y promueva la inclusión social. Proponemos mayor justicia social y trabajar por los sectores más vulnerables de la sociedad, con políticas públicas que aborden la pobreza y la desigualdad desde una doble perspectiva: rescatando a las familias que más están sufriendo y estableciendo un sistema de protección social de carácter preventivo que evite que las familias caigan en la exclusión y la pobreza.

Cómo ser luz

Desde Cáritas Huesca miran al futuro con esperanza, porque están convencidos de que “somos lo que damos, somos amor, somos solidaridad y generosidad” y esto se transforma en gestos concretos. Este es el amor de todas las personas y empresas que, durante todo el año han estado colaborando con la entidad. “A todas ellas, un año más, damos nuestro agradecimiento más especial”, apunta Felipe Munuera, director de Cáritas Huesca.

La entidad recuerda que existen muchos caminos para ser luz: haciéndose socio o socia de Cáritas Huesca con la aportación económica que se considere (llamando al 974 223 179 o en www.caritashuesca.org) y haciendo un donativo en la sede (Ricafort, 5), en alguna de las cuentas bancarias de la entidad o a través de bizum con el número 05832. Además, se puede colaborar formando parte de nuestro voluntariado, comprando en las tiendas de Moda re-, Trobada Muebles o Comercio Justo y depositando ropa en los contenedores rojos. Incluso se puede disponer en el testamento, en forma de herencia o legado, la entrega de determinados bienes o efectivo a favor de Cáritas Huesca. El tejido empresarial de la ciudad también puede aportar su granito de arena convirtiéndose en empresas solidarias. Por otra parte, la entidad anima a seguir sus redes sociales, especialmente Instagram (@caritashuesca) que se ha creado recientemente.

Asimismo, desde Cáritas Huesca se sienten satisfechos porque el compromiso de muchas personas y entidades ha permitido completar las 500.000 firmas necesarias para avanzar en el proceso de la Iniciativa Legislativa Popular Esenciales, incluso superarlas ya que finalmente se han conseguido 700.000 firmas. Una propuesta que nació con el objetivo de posibilitar el acceso a los derechos fundamentales de muchas personas que viven en España en situación administrativa irregular. Se trata de otra manera de iluminar la vida es estas personas, porque “sólo el amor lo ilumina todo”. #SomosLoQueDamos. Somos Amor.

 

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