Se reanudan los trabajos para las exhumaciones de los hermanos Lapeña en el Valle de Cuelgamuros
Sus familiares llevan desde 2016 a que se cumpla la sentencia. Hay otras 110 víctimas republicanas con reconocimiento oficial. Patrimonio Nacional dedica una partida de 650.000 euros para estos trabajos
Zaragoza
Con "alegría contenida" afronta la familia de los Hermanos Lapeña de Calatayud el inicio, ayer, lunes, de los trabajos de exhumación de los restos de sus antepasados del Valle de Cuelgamuros, antiguo Valle de los Caídos, después del levantamiento de las medidas cautelares que solicitó el Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial. No han tenido ninguna comunicación oficial.
Desde 2016 están esperando que se cumpla la sentencia para recuperar sus restos, tiempo que ha estado jalonado de interrupciones. Ángel Capapé, de ARICO, la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido, es uno de sus descendientes y señala, en declaraciones a Radio Zaragoza, que "estamos un poco escépticos, como hasta ahora cuando hemos recibido noticias más o menos positivas, de que iba a empezar". Esta vez "van un poco más allá porque ya sabemos que han entrado y empezar han empezado", ha señalado.
Sin embargo, "lo que van a hacer y lo que van a durar no lo sabemos", por lo que "vamos a esperar, a que continúen hasta el final y que no salga ningún juez que paralice otra vez las obras".
La reanudación de estos trabajos ha sido posible después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid levantara el pasado mes de julio las medidas cautelares impuestas por el Juzgado número 10 de Madrid ante los diversos recursos presentados.
Y también después de que el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, donde está ubicado el Valle de Cuelgamuros, estableciese que el Consistorio no tenía competencia para suspender la licencia de obra, según ha informado el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
Partida de 650.000 euros
El Patrimonio Nacional se encargará de los trabajos de exhumación, financiados con un fondo de 650.000 euros procedentes del Ministerio, que asegura que el plan de exhumación tiene el aval del Consejo Médico Forense y los medios materiales necesarios, "sin crear falsas expectativas dada la complejidad de los trabajos, derivada del estado de los enterramientos".
El Ministerio ha informado de que los trabajos de exhumación reanudados están liderados por un equipo forense "de alta cualificación y experiencia", que estará encargado de hacer en la propia Basílica del Valle las primeras apreciaciones con muestras que serán después utilizadas para los análisis genéticos, a cargo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, dependiente del Ministerio de Justicia.
Más víctimas
Hay otras 110 víctimas republicanas con reconocimiento oficial, cuyas familias han reclamado su exhumación para poder ser enterrados en sus localidades de origen.
"Cumplir la sentencia era recuperar a los hermanos Lapeña pero queremos recuperar a todos, a los 110 que tienen el reconocimiento y al resto que no lo tienen porque, a lo mejor, eran muy jóvenes o no tienen familiares que los puedan reclamar pero si están ahí y se pueden identificar, creemos que es lógico y normal que sean devueltos a su población". Estos represaliados proceden de Valladolid, Asturias o Barcelona.
Según informa el Ministerio de Presidencia, una vez sean identificados los restos de las víctimas que han sido reclamados, se elaborarán los correspondientes informes técnicos forenses para entregarlos a sus familias. Por su parte, aquellos restos cuya identidad no sea reconocida se devolverán al correspondiente columbario.
Sin embargo, los familiares no han tenido ninguna información oficial del inicio de estos trabajos. Los familiares sí que solicitaron estar presentes cuando se ejecuten las exhumaciones de los restos.
En Calatayud
Los hermanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás fueron fusilados extrajudicialmente en Villarroya de la Sierra en 1936 -no existe sentencia de muerte ni proceso en ningún lado- y enterrados en una fosa común el Cementerio de Calatayud. En 1957 esos dos cadáveres fueron trasladados también ilegalmente desde ese municipio hasta el templo de Cuelgamuros por orden del régimen de Franco en la década de los 50 del siglo XX.
El Valle de Cuelgamuros
El Valle de Cuelgamuros, que cambió su nombre tras la reciente entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, es un monumento franquista que está considerado como la mayor fosa común de España, con un total de 33.833 restos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil.
Los restos del dictador Francisco Franco fueron exhumados en 2019 del Valle, tras la aprobación del Gobierno, pero las exhumaciones de 118 víctimas reclamadas por sus familiares llevaban años envueltas en un embrollo judicial después de que una sentencia histórica reconociera en 2016 el derecho a recuperar los cadáveres de los hermanos Lapeña, fusilados en 1936.
En el Valle también está pendiente la exhumación de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, que es el único cuerpo que permanece en una tumba individual tras la retirada de los restos de Franco.
Los familiares de Primo de Rivera han iniciado ya los trámites para su exhumación en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria.