Un desprendimiento ha obligado a cortar la carretera que une Ateca con Moros (CP-001), donde actúan - a última hora de esta tarde - los bomberos de la Diputación de Zaragoza. Según indica la Guardia Civil, el desvío se establece por Torrijo de la Cañada. Las fuertes precipitaciones previstas esta tarde en el sistema Ibérico por la Agencia Estatal de Meteorología han asolado el valle del Manubles y el granizo se ha cebado con el municipio de Moros, ya muy afectado por el incendio de este pasado verano. Lo que quedaba de fruta se ha perdido. Hablan de castigo, sin ánimo. Explican que los agricultores han perdido la poca manzana que dejó el incendio; también la pera y ha arrasado con el cultivo de ciruela. Todavía es pronto para valorar los daños porque todavía sigue saliendo agua por el barranco que atraviesa Moros y que está colmado. Su alcalde, José Manuel Morte, afirma que «el granizo ha sido de dimensiones considerables y la poca fruta que quedaba la ha destrozado». «La naturaleza nos ha vuelto a castigar, muy duro», decía Morte. Los agricultores estiman que han caído 40 litros por metro cuadrado en 20 minutos. Las máquinas de la Diputación de Zaragoza trabajan en la limpieza de la carretera provincial CP-001, que conecta Ateca y la A-2 con los municipios del valle del Manubles (Moros, Villalengua, Torrijo de la Cañada), cortada al tráfico por los desprendimientos en la calzada, consecuencia de la fuerte tormenta. Se ha movilizado dos dumper y una pala cargadora, que continuarán trabajando mañana, martes, para terminar de limpiar la vía completamente. Hasta el lugar se han desplazado también bomberos de la Diputación de Zaragoza, que a su vez han acudido a la carretera provincial CV-922, cortada también entre Munébrega y Castejón de Alarba, como consecuencia de la fuerte tromba de agua.