Matalascañas afronta una crisis costera a las puertas de Semana Santa y el verano
El Ayuntamiento de Almonte exige medidas urgentes para frenar la erosión y garantizar la seguridad del litoral


Sevilla
La playa de Matalascañas, en Huelva, enfrenta una situación crítica tras los últimos temporales, que han agravado la erosión y provocado graves daños en infraestructuras clave. La zona más afectada es Caño Guerrero, donde la retirada masiva de arena ha dejado al descubierto el paseo marítimo y ha colapsado accesos a la playa, poniendo en riesgo la seguridad de vecinos y visitantes.
Ante esta crisis, el Ayuntamiento de Almonte ha intensificado su petición al Gobierno central para que actúe con urgencia. A pesar de que se ha licitado un proyecto de regeneración con una inversión de 4,9 millones de euros y la aportación de 700.000 metros cúbicos de arena, el consistorio advierte que esta medida llegará tarde y es insuficiente. Insisten en la necesidad de espigones para evitar la continua pérdida de arena y proponen extraer material del Dique Juan Carlos I, una solución que consideran clave para estabilizar el litoral.

El alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha recorrido las zonas más afectadas, subrayando que la situación es resultado de una inacción prolongada: "Llevamos años alertando de que la erosión iba a causar estragos y ahora vemos las consecuencias". También ha señalado el impacto del Espigón de Mazagón, cuya construcción hace más de 50 años ha alterado las dinámicas naturales de la costa, contribuyendo a la regresión de la playa.
Con la Semana Santa y la temporada estival a la vuelta de la esquina, la incertidumbre crece entre empresarios y residentes de Matalascañas, que temen un duro golpe al turismo si no se toman medidas inmediatas. Desde el Ayuntamiento insisten en que no pueden seguir esperando y exigen al Ministerio de Transición Ecológica una respuesta rápida y eficaz para garantizar la seguridad de la playa y su futuro como destino turístico.