Los Javieres acordó con contundencia el cambio de sede a los jesuitas de la calle Jesús del Gran Poder
De los 294 votos contabilizados, 279 fueron favorables a marcharse de Omnium Sanctorum, 13 contrarios y hubo 2 abstenciones
El Cristo de las Almas en su capilla de Omnium Sanctorum junto a la Virgen de Gracia y Amparo y San Juan Evangelista / @HdadJavieres
Sevilla
El cabildo extraordinario celebrado este miércoles por la Hermandad de Los Javieres para decidir sobre el cambio de su sede canónica no dio lugar a ningún género de duda. Contundente resultado en el que los hermanos de la cofradía del Martes Santo acordaron marcharse de la Parroquia de Omnium Sanctorum en la calle Feria a la iglesia jesuita del Sagrado Corazón y capilla de Los Luises con entradas por las calles Jesús del Gran Poder y Trajano, respectivamente.
Se contabilizaron en concreto 294 votos, de los que 279 fueron favorables al cambio, 13 contrarios -los pasquines que se vieron por la mañana pidiendo votar 'no' no dieron ni para confeccionar los 19 puestos de una posible junta de gobierno- y hubo 2 abstenciones.
De este modo, la Hermandad de Los Javieres faculta al actual hermano mayor, José Antonio Oliert, con quien el pasado lunes hablamos ampliamente en nuestro programa Cruz de Guía, a prorrogar su mandato hasta la firma del contrato de cesión del nuevo templo.
Regreso a su sede fundacional
Cabe recordar que con este cambio, Los Javieres volverá al lugar donde se fundó en 1955 y en el que estuvo hasta 1977.
Nació la corporación dentro de la Compañía de Jesús, que tenía su sede junto a su casa profesa, en la iglesia del Sagrado Corazón, en la calle Jesús del Gran Poder. La orden de San Ignacio dentro de su acción pastoral, para conseguir la atracción, formación y perfeccionamiento de los jóvenes, tenía establecidas por entonces en Sevilla, sobre 1940, tres congregaciones mariana:
– Los Luises, integrada por estudiantes adultos.
– Los Kostkas o Estanislaos, reunían a niños y adolescentes
– Los Javieres que aglutinaba trabajadores más o menos jóvenes. Ocupando locales colindantes con la residencia de los Jesuitas, en la calle Jesús del Gran Poder.
Las tres congregaciones bajo el manto de la Inmaculada y cada una de ellas con el patrocinio de sus patronos: San Luis de Gonzaga, San Estanislao de Kostka y San Francisco Javier. Sobre el periodo 1940-1945 regentaban la Iglesia del Sagrado Corazón, los padres jesuitas Pedro Ayala, Antonio Luque y José Luis Díez.
La congregación de los Javieres estaba dirigida espiritualmente por el padre José Luis Díez Gutiérrez-O’Neill. Se empieza a fraguar la idea de una Hermandad, es en 1945 cuando se encargan las imágenes titulares. El acuerdo de la fundación de la hermandad se plasmo sobre 1946 y desde entonces se consideró un hecho consumado.
Le sustituye en la congregación el padre Trenas, quien llegará a ser el primer director espiritual de la Hermandad cuando les fueron aprobadas las Reglas por Bueno Monreal el 21 de junio de 1955, acordándose el día de la salida el Martes Santo, por coincidir con el nacimiento de San Francisco Javier, 7 de abril de 1506, que era Martes Santo.
En 1956 estaba previsto que una representación de nazarenos con varas y estandarte acompañara a la hermandad del dulce nombre, pero no fue posible a causa de la lluvia. Pero aceptó la invitación de la hermandad de la Soledad de San Lorenzo y lo hizo el sábado santo.
Realizó su primera estación de penitencia el 16 de abril de 1957, sólo el paso de Cristo, siendo capataz Manuel y Eduardo Bejarano, siendo sustituidos en 1977 por hermanos costaleros.