Ramis salvó al Almería del abismo

Almería

Llegar para salvar la temporada sin margen no lo firma todo el mundo. Venía de otro mundo, otro fútbol en el Madrid Castilla y daba un paso al frente de la mano de Raúl Lozano, que hacía la labor de director deportivo de emergencia para el Almería. Luis Miguel Ramis miró el calendario, hizo las cuentas y salvó los muebles en la última jornada de LaLiga. Le dieron como premio una temporada más de trabajo en el Mediterráneo pero a la primera mala racha lo despedía el presidente que tanto elogio lanzó por su gesta. No tuvo paciencia el Almería con un señor del balompié. No le pagaron su valentía diciendo “sí” mientras otros compañeros salían corriendo. Daba mucho al Almería pero el fútbol no tiene memoria y ahora triunfa en el Burgos cumpliendo siempre los objetivos en un Liga que se torció al inicio con Jon Pérez Bolo.

El Almería que entrenó Luis Miguel Ramis estaba abocado al descenso. Era un equipo del ‘hambre’ que venía de comer jamón en las mejores mesas por su etapa en Primera. Lo que aportó el catalán fue su experiencia y orden, pero aquello no bastaba. Llegó para sustituir a Fernando Soriano y después era cesado por Fran Fernández como paso previo a una nueva etapa de Lucas Alcaraz. No se hizo justicia y se fue como llegó dejando un poso de señorío por malos que fueran los tiempos. Seguro que hubiese levantado a aquella plantilla pero Alfonso García sacó la espada.

El presidente de Águilas había agotado todo su capital en los años de Primera y dilapidó el dinero de LaLiga firmando a golpe de talonario a unos jugadores que no daban la talla y se salvaron por los pelos gracias a un empate entre amigos en Córdoba. Ramis firmó por el Almería para darle una estabilidad y asentarlo en Segunda, pero la paciencia de Alfonso no daba para más. Él se salvó con un triunfo por la mínima ante el Reus Deportiu.

Abismo

Luis Miguel Ramis Monfort goza del reconocimiento de la afición del Almería. Nadie le va a quitar lo que le dio al club. Fue valiente dando un paso al frente de la mano de Raúl Lozano y se dejó la vida para llegar a la meta en la última jornada. Aquel Almería asomado al abismo parecía no tener solución y Ramis puso orden y concierto para salvar la temporada, y unos millones imprescindibles para que el empresario de Águilas siguiera en LaLiga porque su club se asomaba al descenso de forma peligrosa y gracias a Ramis lo pudo contar. Todo pasaba por estar en Segunda. Nunca hubo un plan B y el ahora técnico del Burgos afrontó el reto con valentía.

Proyecto

No entendía Luis Miguel Ramis pasar apuros en la categoría con buenos futbolistas en la plantilla, dio un paso al frente y habló de algo más que mantenerse por los pelos. En ello se puso cuando a las primeras de cambio se lo cargó todo un mandatario que no aceptaba ver al equipo cruzar la línea roja del descenso. Eran dos mundo paralelos. Un presidente exigente y sin paciencia y un entrenador con una hoja de ruta y un proyecto a realizar. Todo saltó por los aires a las puertas del otoño y Ramis era despedido cuando estaba poniendo los cimientos de un Almería mejor. No existía un término medio y sin resultados Alfonso García cortaba cabezas.

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Feliz

Tuvo la fortuna de caerle bien a todo el mundo a nivel de club y para los aficionados tener a Ramis eran palabras mayores por su pasado como futbolista y su etapa en las bases del Real Madrid. El catalán había caído de pie en la ciudad, fuera del fútbol era un almeriense más y feliz en esta tierra donde brilla el sol. Hubiese cumplido su plan dando estabilidad al Almería pero se tuvo que marchar por un sin sentido cuando no se había llegado ni al ecuador de LaLiga. Se marchó dejando claro que un señor salvó al Almería del abismo aquella Liga 2016-17