La nueva revolución del coche eléctrico llega de la mano de BYD y su cargador rápido que equipara el tiempo de repostaje a los coches de combustión

Málaga

El nuevo sistema de carga ultrarrápida de la marca china BYD ha venido a dar un paso más en la electrificación de la movilidad y ha roto con el paradigma de los tiempos de recarga del coches eléctrico, sin duda, un paso no menor en el camino para convencer a los detractores o reacios.

BYD ha dado un golpe en la mesa con su nuevo sistema de carga Super e-Platform, un ecosistema que integra motor, electrónica de control y batería para ofrecer potencias y tiempos de recarga que no se han visto nunca.

Puede soportar una potencia máxima de carga de un megavatio, es decir, 1.000 kW, el equivalente al consumo de quinientas viviendas, frente a los cargadores actuales que, en el mejor caso, ofrecen una potencia de recarga que supera, por poco, los 300KW.

Esto, a nivel de usuario, implica que, con solo cinco minutos de carga, la batería puede rellenar energía suficiente como para recorrer 400 kilómetros. De esta manera, en lugar de necesariamente apostar por baterías enormes, que son pesadas y muy caras, para alcanzar autonomías muy grandes, se pueden emplear pilas de tamaño, capacidad y costes más contenidos pero que se recarguen mucho más rápido.

De hecho, con este avance, la multinacional asiática prácticamente equipara los tiempos de recarga tradicionales en un automóvil de combustible fósil con los eléctricos.

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Un avance importante que da un salto en la electrificación según Juan Antonio Auñón profesor de Ingeniería de la Universidad de Málaga, pero que se puede encontrar con el inconveniente de la infraestructura necesaria para dotar de la potencia necesaria a una red de cargadores de este tipo en España. De momento, BYD ha anunciado que instalará cuatro mil en China.

Añade, Auñón, que además puede suponer un aliciente para la electrificación de los vehículos de reparto y transporte.

Desde que presentara esta semana el super cargador BYD se ha disparado en bolsa y ha logrado cotizaciones de máximos históricos un incremento tan rápido como el hundimiento de Tesla en bolsa.

BYD se coló el pasado año entre los cinco mayores fabricantes de automóviles del mundo y está presente en cincuenta países.