Ciudades para sus vecinos

Sevilla

Cuando uno aspira a conseguir una Vivienda de Protección Oficial, entiende que una administración pública trata de ayudar a los que menos tienen. La locura en la que se ha convertido el mercado inmobiliario ha hecho que el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, trate de normalizar que su última promoción tengan pisos que superan los 300.000 euros de precio. Así que muchas de las familias que aspiraban con ilusión a un hogar gracias al apoyo público han tenido que renunciar. Sus ingresos no dan para tanto. No es la primera vez que ocurre.

Los últimos pisos entregados por la Junta en Cádiz, los de la promoción de Matadero, tuvieron que correr la lista hasta 40 veces para encontrar a la primera persona de un listado de 5.000 demandantes que pudiera pagar el alquiler que se pedía. El PP justifica que quienes ahora mismo reclaman viviendas son familias diversas. Las hay sin ningun tipo de recursos económicos. Y las hay que aún teniendo dos sueldos no les alcanza para una vivienda de renta libre que superan ya sin sorpresa los 500 o 600 mil euros por un piso de apenas tres dormitorios. Que un ayuntamiento alce los precios y lo justifique en el incremento de los precios de la construcción no hace sino incidir en algo muy cantado este año en los carnavales de Cádiz. Que las ciudades ya no se están haciendo para sus vecinos, sino contra ellos.