Un centenar de actuaciones en Benalmádena para frenar la plaga de procesionaria

"Es consecuencia del cambio climático" Jorge Galván, Anecpla
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Málaga
El edil de Parques y Jardines de la localidad malagueña de Benalmádena, Juan Olea, ha avanzado hoy los detalles de las actuaciones que se están llevando a cabo, a través de la concesionaria, en más de un centenar de zonas del municipio para aplicar un tratamiento que permite actuar contra la procesionaria del pino acorde al nuevo marco normativo europeo. “Este tratamiento, debido a los cambios en su legislación, implica actuar de manera diferente a como se venía realizando en los años pasados”, precisa el concejal.

Tratamientos contra la procesionaria / Benalmádena

Tratamientos contra la procesionaria / Benalmádena
Atendiendo a la normativa anterior, “las larvas no salían, ya que el producto para el tratamiento tenía una durabilidad en el árbol de dos a tres meses. La nueva normativa europea obliga al uso de productos diferentes, basados en el contacto, lo que obliga que realizar varios tratamientos en diferentes días y realizar revisiones periódicas”.
Este tratamiento, "foliar principalmente, de endoterapia y mixto, es clave para evitar la eclosión de los huevos. Como todo proceso natural y biológico depende de diferentes factores, lo que produce que se adelante o retrase la eclosión y salida de la larva”.
Adelanto de la plaga
El adelanto de la plaga de procesionaria "ha pasado de ser una anécdota -hace años, cuando se localizaba entre los meses de marzo y abril, al comenzar la primavera- a convertirse en un episodio consolidado en la provincia de Málaga. Las templadas temperaturas dieron el pistoletazo de salida a la aparición de la plaga de procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) el pasado mes de febrero" alertan desde la asociación nacional de empresas de sanidad ambiental.
Y recomienda a las administraciones locales incorporar entre sus actuaciones imprescindibles campañas de prevención anuales para la temporada de otoño. “Una vez hemos comprobado que la plaga de procesionaria se está adelantando cada vez más debido a los efectos del cambio climático, es imprescindible que seamos nosotros quienes nos adelantemos a los peligros que esto puede llegar a ocasionar" apunta, Jorge Galván,director general de ANECPLA.
"Es imprescindible que los trabajos de gestión de este insecto sean llevados a cabo por profesionales, que actuarán según la gestión integrada de plagas realizando en primer lugar un diagnóstico de situación, que definirá el tratamiento a aplicar en función de cada caso".
Peligrosas para las personas y potencialmente mortales para los perros
Desde ANECPLA advierten que "apenas un mínimo contacto con la oruga procesionaria puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas".
“Ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas”, especifica Galván, “tan solo con el roce de uno de sus pelos (que estos insectos lanzan como estrategia de defensa al sentirse amenazadas) es suficiente para provocar irritaciones y alergias, especialmente si éstos alcanzan los ojos”.
Estos pelos tienen el nombre científico de “tricomas” y se calcula que cada individuo posee alrededor de 500.000, listos para ejercer de dardos envenenados en el momento en sientan que se encuentran en peligro. “Un mínimo contacto con ellos puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina. En el caso de los animales de compañía, especialmente de los perros, este contacto puede llegar incluso a provocar su muerte”, alerta el director general de ANECPLA.
Y es que "muchas veces es frecuente que los perros, movidos por la curiosidad, se acerquen a olisquear estas orugas a fin de identificarlas. En ese momento es fácil que los tricomas se claven en el hocico o los ojos del animal, ocasionándole síntomas como inflamación, picores intensos y abundante salivación. Si llegaran a comérselas (lo cual no es extraño si previamente las han llegado a tocar con las patas y, debido a la picazón que les genera en ellas, se lamen), la ingestión del tóxico que lleva sus tricomas puede provocar la necrosis de lengua o garganta".