La condonación de la deuda y el 28F
Nada mejor que el 28F para exigir igualdad de oportunidades para nuestra tierra
La Columna de Rafa Troyano (27/02/25)
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Sevilla
La propuesta de condonación de deuda para las comunidades autónomas por el Ministerio de Hacienda ha llegado oportunamente en la semana del día de Andalucía. Nada mejor que el 28F para exigir igualdad de oportunidades para nuestra tierra, para exigir justicia y equilibrio en cualquier política que afecte a las regiones en un falso estado federal al que nadie se atreve a llamarlo ni tratarlo así.
Creo que nadie en Andalucía puede dejar de apoyar al presidente de nuestro gobierno autonómico a la hora de exigir un equilibrado sistema de financiación regional. Ahí, todos detrás. Pero la pregunta es si las distintas fuerzas políticas de aquí y de toda España están dispuestas a dejar en casa sus opiniones prefijadas y negociar, negociar y negociar sin acudir a la palabra Cataluña de forma reiterada, y como escudo de no se qué pretensiones. Eso me vale para todos, incluida Cataluña.
Lo cierto es que ni PP ni PSOE han sido capaces de encontrar un buen sistema de financiación que contente a todos y que tenga futuro. Ninguno. Y ambos han estado en el Gobierno de la nación. Necesitamos, por tanto, menos postureo público, más humildad y más disposición de consenso.
Estaría bien aplicarnos todos buenas dosis de coherencia. No se puede exigir una cosa siendo consejera y torpedearla o no impulsarla después siendo ministra.
Estaría bien ser consecuentes porque si pides un sistema de financiación justa para tu tierra no puedes, a la vez, negar a las universidades públicas la financiación con la que tú mismo te has comprometido por ley. Son solo algunos ejemplos.
Otro es el de opinar hace un año una cosa, y hoy, la contraria a pesar de que te ponen mil millones de euros más sobre la mesa.
El gobierno andaluz hace bien en exigir el nuevo modelo de financiación autonómica pero, estaría bien que empezase a estudiar cómo mejorar los servicios públicos con lo que se puede ahorrar de principal y de intereses, si acepta la condenación de deuda ofertada.
Solo con los intereses ahorrados, la Junta podría reforzar la dependencia, el servicio de reconocimiento de la discapacidad, cumplir con lo que debe a las universidades, fomentar la lucha contra la violencia de género, fomentar el maltratado asociacionismo, evitar la fuga del personal sanitario a otras comunidades donde ofrecen contratos de algo más que un mes, no quitar líneas en los colegios públicos... y mil casas más que deberían ser la base de nuestro estado del bienestar. E incluso le quedaría algo para atender mejor al alumnado con necesidades especiales, incluidos los niños y niñas a las que hay que enseñarles mil cosas delante y detrás del espejo.
