La Impunidad de la Droga

Sevilla

Ocurrió hace justo seis años. 20 encapuchados entraron en el Hospital de La Línea y lograron llevarse a un narcotraficante que estaba ingresado y custodiado por la Policía. Parecía una escena de película, pero era real. Tan real que aquel bochorno, aquella evidencia de impunidad absoluta, llevó al Gobierno de España a tomar la decisión de crear un plan especial de seguridad que pusiese freno al negocio de la droga. Han pasado seis años y en este tiempo se cuentan más de 26.000 detenidos y 36.000 operaciones desarrolladas.

Ese plan se ha extendido a seis provincias y de él se va a hablar mañana viernes en un encuentro de ministros europeos para abordar la situación del narcotráfico y el crimen organizado. Ha dicho el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que esa sensación de impunidad que había hace seis años ya no existe. Pero acaba de cumplirse un año desde que una narcolancha mató a dos guardias civiles en Barbate y una semana desde que un narcotraficante, también de Barbate, muriera tras chocar su embarcación con la de una patrullera de la Guardia Civil.

Mientras las familias de los agentes echaban flores al mar en recuerdo de los guardias civiles fallecidos, en el cementerio, al mismo tiempo, se enterraba a otro muerto que deja esta lacra. Sí, continuamente parece una película. Pero aquí ya hace mucho tiempo que la realidad superó a la ficción.