'Nuestra Línea Roja': la campaña de Médicos Sin Fronteras presentada en Sevilla
Busca alertar sobre los ataques dirigidos contra la población civil, el personal sanitario y las infraestructuras médicas en zonas de conflicto.
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Carlos Bustamante, delegado de Médicos sin fronteras en Andalucía
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Sevilla
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha presentado este martes en Sevilla su campaña #NuestraLíneaRoja, con la que pretende alertar sobre los reiterados ataques dirigidos contra la población civil, el personal sanitario y las infraestructuras médicas en zonas de conflicto, como Gaza, Ucrania o Sudán, entre otros.
La ONG ha instalado una ambulancia interactiva frente al Hospital Universitario Virgen Macarena (HUVM), rodeada por una línea roja de protección que se activa cuando los viandantes se acercan, emitiendo un mensaje sobre la necesidad de proteger a la población civil y a la misión médica. La instalación se podrá visitar hasta este miércoles a las 17 horas. Además, se llevará a cabo una recogida de firmas para exigir el fin de los ataques a la población civil, al personal sanitario y a los hospitales.
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Se trata de una reivindicación especialmente necesaria en un contexto como el actual, en el que los ataques contra la población civil, personal médico, hospitales, clínicas y otras infraestructuras sanitarias están a la orden del día. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2024 se produjeron más de 1.500 incidentes de violencia u obstrucción de la asistencia sanitaria. O lo que es lo mismo: algo más de cuatro al día.
De estos ataques, más de 930 impactaron contra instalaciones sanitarias, provocando un total de 924 muertes (entre trabajadores sanitarios y pacientes) y 1.766 heridos. Los datos recogidos por la OMS también ponen de manifiesto que los ataques contra la misión médica son una realidad cada vez más frecuente. Así, frente a los 802 incidentes ocurridos en 2018 (año en el que la OMS empezó a contabilizar de forma continuada los ataques de este tipo), en 2023 se superaron los 1.550. Unas cifras que suponen un incremento de casi el 94% en tan solo cinco años.
Una obligación internacional ignorada
La protección de la misión médica en zonas de conflicto no solo es una necesidad humanitaria, sino que se trata de una exigencia internacional recogida en la Resolución 2286, adoptada en mayo de 2016 por el Consejo de Seguridad de la ONU. Esta disposición —que surgió tras un bombardeo contra el hospital de Kunduz en Afganistán, gestionado por Médicos Sin Fronteras, en 2015— reafirma las obligaciones de todas las partes involucradas en un conflicto de respetar y proteger a quienes participan en labores médicas, y califica los actos de violencia, ataques o amenazas contra hospitales, personal y medios de transporte sanitarios como violaciones graves del derecho internacional humanitario.