Una espina clavada en el ensayo de los cuartos de la Copa
Unicaja Costa de Almería visita a UPV Léleman Conqueridor
Una espina clavada en el ensayo de los cuartos de la Copa. / @franciscazorlaphoto
SER Almería
Ambos equipos jugarán el ‘partido inaugural’ en Zaragoza, el jueves día 20 de febrero, a las 17.00 horas. Por delante, un mes y, con este, cinco partidos para la Copa del Rey en un aniversario muy especial, 50 ediciones, y en un lugar de gratos recuerdos. Los verdes salieron campeones la última vez que se jugó en la capital maña, año 2010. Por detrás… una derrota dura de encajar para un Unicaja Costa de Almería que fue superior a un gran UPV Léleman Conqueridor y que dejó escapar un 19-13 en el primer set y un 20-15 en el segundo en el choque entre ambos de la primera vuelta de la fase regular, Moisés Ruiz.
Claro que hay espinita clavada en el equipo de Pablo Ruiz, que hizo casi todo muy bien y que se quedó no solo sin recompensa, sino dañado anímicamente con una derrota muy difícil de explicar. Por ello, la motivación es intentar ‘recuperar’ esos tres puntos frente a uno de los gallos de la competición, actualmente tercero, y que lleva ya muchas jornadas ‘completo’. En Almería no jugó Pernambuco, aunque en esa primera fase de la temporada estuvo muy bien suplido por Javi Monfort. Este sábado sí jugará el artillero brasileño, todo un peligro por si solo, haciendo que UPV Léleman Conqueridor sea un equipo distinto.
Los de Dreyer ‘solo’ han ganado dos partidos más que los ahorradores, aunque hay una distancia de diez puntos entre ambos porque el conjunto valenciano ha sumado en una de sus derrotas y no ha concedido en sus victorias, algo que no ha logrado el almeriense. Efectivamente, Unicaja Costa de Almería ha llegado tres veces hasta el tie-break, todas ganadas, aunque supone tres puntos menos, y no ha logrado sacar nada en ninguna de las seis veces que ha caído. De ahí, los coeficientes de 10-4 y de 8-6 entre los ganados y los perdidos de ambos han dado de si un mayor colchón de puntos a favor levantina.
Es una lectura rápida habla de que el equipo local es ‘aguerrido’ en pista, capaz de pasar ‘pantalla mental’ para seguir luchando en caso de un contratiempo. Viene de perder frente a Guaguas, aunque haciéndole un set, el que igualaba momentáneamente el choque (1-1). Desde que Pernambuco se recuperó de su rodilla es un fijo en la formación inicial de Marcos Dreyer, de la que nunca salen los Monfort, Vicente, el mayor, colocando, y Javier, el menor, ejecutando. Muy fuerte en ataque y saque, este último ha sido el ‘culpable’, en la posición de opuesto, de haber sostenido a su equipo cuando más lo ha necesitado.
Ya volvió ‘a lo suyo’, a ser receptor, y lo normal es que a su lado esté Funes, aunque hay un ‘juego que equilibrios’ de Dreyer. El argentino es otro ‘culpable’, en su caso de ganar en Almería en la primera vuelta, jugador determinante para darle la vuelta a los dos sets que claramente pintaban de verde. Con todo, hay ocasiones en las que Kayque, uno de los fichajes de la temporada, salta de inicio, o tiene minutos durante el partido. Otro que se ha hecho ‘fijo’ es el cubano Luis Vidal, un central ya conocido, que ha ido de menos a más y que ha obligado a Scarpin y Furtado a jugarse entre ellos el otro puesto.
De nuevo ‘juego de equilibrio’ del técnico brasileño en esa posición, la que sí tiene clara es la de líbero, recibiendo de Aharón Gámiz el rendimiento que se esperaba del catalán. De este modo, con los Monfort, Pernambuco, Vidal y Gámiz van de carrerilla, y tanto en la posición de receptor como en la de central Dreyer tiene el ‘bendito’ problema de tener que elegir entre dos jugadores de primer nivel por puesto. Además, da momentos al resto de la plantilla, con salidas puntuales a pista de Nacho Huerta, colocador suplente, y Javier Jarque, opuesto suplente, principalmente. Completa la terna con otros hermanos del club, los históricos Mengod, Fernando como receptor y Javier como líbero, menos utilizados.
Más en detalle, los resultados que han arrojado hasta ahora tienen la ‘trampa’ de que dos de las derrotas han sido frente a Guaguas, por lo que han caído solo contra tres equipos. Sumado al grancanario, han logrado vencer a UPV Léleman Conqueridor tanto Cisneros Alter, un 3-2, como Conectabalear CV Manacor, otro 3-2. En casa no han concedido nada de nada más allá de Guaguas, con cuatro de cinco, doblegando a Arenal Emevé, Melilla, Cisneros y Tarragona sin perder puntos. Es más, la derrota ante los de Camarero fue en la jornada 3, el 19 de octubre, hace tres meses, y desde entonces levantaron un fortín.
En cuanto al comportamiento a domicilio de Unicaja Costa de Almería, ha sido irregular en lo que va de temporada. Dato a tener presente es que cuando ha hecho algún set, ha ganado, ya que en sus seis derrotas se ha repetido el 3-0 en contra dentro y fuera. Lejos del Moisés Ruiz ha cedido en las pistas de Teruel, Soria, Guaguas y, el último, Melilla, si bien lo justo es insistir en que este a este se acudió estando muy mermado físicamente. Fue el partido con el que inició 2025, un mal comienzo en gran medida por la mala fortuna de la gripe atacando a parte de la plantilla. Esa es otra espinita que hay clavada.
Y es que, el equipo vio cortada la progresión que se había iniciado, demostrada con una solvente victoria sobre Teruel al final de 2024, en base a que se sabe que se tiene mucho más voleibol dentro. Tras ganar a Palma con solvencia y completar la semana sin mayor incidencia de la enfermedad, se viaja con la confianza de hacer algo bonito en la pista de UPV Léleman Conqueridor, puesto que ganar allí sería importante en lo numérico, claro, y en anímico. Dirigirán la contienda, que dará comienzo a las 19.00 horas en el pabellón de la Universidad Politécnica de Valencia, la pareja vallisoletana Carlos Robles y Héctor González. Como curiosidad, en Teruel se replicará el otro cuarto de final copero del lado del cuadro de Unicaja Costa de Almería entre Pamesa y Conectabalear.
