"El acto de presentación del cuadro de Alfredo (Sánchez Monteseirín) fue emotivo y de corazón, lo vivió feliz"

Sevilla

La Casa de la Provincia de Diputación de Sevilla ha sido este domingo el escenario de la presentación de un cuadro retrato del expresidente Alfredo Sánchez Monteseirín, quien dirigió la institución provincial entre 1995 y 1999 bajo las siglas del PSOE; como "humanista al servicio de la política, una de las figuras municipalistas más importantes de Andalucía" y promotor de "la Sevilla moderna y competitiva".

El acto de presentación del retrato, obra de la pintora Cristina Megía (Valdepeñas, 1977), una de las artistas figurativas más destacadas en las artes plásticas contemporáneas; ha contado con la participación del actual presidente de la Diputación, Javier Fernández, y de Miguel Ángel Del Pino Menchén, quien ocupara dicho cargo entre 1983 y 1995, es decir el antecesor de Sánchez Monteseirín al frente de la entidad.

En Hoy por Hoy Sevilla hemos hablado con Felisa Tomás, su mujer, presente ayer domingo en el acto de la colocación del cuadro retrato de su marido. Felisa ha querido resaltar que lleva "40 años a la sombra de Alfredo y es la primera vez que hablo públicamente". El acto de ayer domingo lo vivió "sorprendentemente bien, lo vivió feliz, saludó a todo el mundo y de corazón" ha contado. También ha mostrado el agradecimiento al presidente de la Diputación que tuvo la iniciativa y a la pintora porque le ha sacado la expresión de los ojos, y eso es muy complicado, lo ha bordado", concluye.

De la misma manera, ha pedido perdón "a todas las personas que se han quedado fuera, pero había que poner un límite porque Alfredo podía alterarse al ver allí a tanta gente"

Felisa Tomás ha destacado en la entrevista que fue "un acto todo de corazón, con aplausos espontáneos, una acto muy intenso que agradecemos muchísimo". "El tiempo pone a cada uno en su sitio" y ha recordado que fue el alcalde que más pisos sociales ha entregado (entre 8.000 y 9.000 en su periodo en el consistorio): "La gente nos paraba por la calle y no nos dejaba andar recordando los pisos que ellos o sus familiares habían recibido".

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Por último, y dada la patología que aqueja a Sánchez Monteseirín, ha pedido a las autoridades sanitarias "logopedas en los hospitales andaluces, porque a lo mejor Alfredo ahora hablaría algo, y eso no ocurre porque no hay profesionales que ayuden a los enfermos de ictus o de cáncer de garganta".

Sánchez Monteseirín desembarcó en la Diputación de Sevilla en 1983 como diputado provincial, promoviendo desde su experiencia profesional sanitaria la creación del entonces área provincial de Sanidad y, posteriormente, de Asuntos Sociales, con un impulso significativo a la prestación de servicios de tal naturaleza en los municipios sevillanos.

En sus años al frente de este departamento de la Diputación, la entidad provincial consumó hitos como la transferencia del Hospital de San Lázaro a la Junta de Andalucía, el cierre de la Casa Cuna y la creación de comunidades infantiles para la atención de la infancia en los pueblos; el cierre del antiguo centro Psiquiátrico de Miraflores con la plena profesionalización de la atención a la salud mental y el desarrollo en toda regla de los servicios sociales comunitarios en los municipios.

De su etapa como presidente de la entidad entre 1995 y 1999 destacan aspectos como la dinamización del Patio de la Diputación con actividades y contenidos de diversa índole, como gesto de apertura de la institución provincial al conjunto de la ciudadanía; promoviendo en su último año al frente de la entidad el programa "99 ideas para el 99", que incorporaba una visión moderna de la movilidad y las políticas de habitabilidad de los cascos urbanos.