Año nuevo, todo igual para el Cádiz CF
Los amarillos no pasan del empate frente a un Levante que llegaba entre algodones.
"Ganar, ganar, ganar, competir y ganar". Esto decía Garitano el pasado viernes en rueda de prensa en vísperas del regreso de la Segunda División al Nuevo Mirandilla. Con una pretemporada para implantar mimbres y donde un partido frente al Atlético Sanluqueño pudo ayudar para no perder ritmo competitivo, era momento para ver ya más pinceladas del técnico vasco sobre el verde. En un 12 de enero donde podía ser la fecha que podría ser un antes y un después para comenzar el 2025 con buen pie, el Levante visitaba Cádiz en vísperas del Carnaval.
Acertar el once de Garitano era difícil sobre todo en el centro del campo. Con un Kouamé fuera de la convocatoria por indisciplina según Eldesmarque, las cartas se repartían entre Alcaraz, Escalante, Diakité, Fede y Álex. Tres puestos que fueron cubiertos por un Diakité que gusta mucho a Garitano junto a un Alcaraz que volvía a un partido oficial por lesión. Por delante, Álex Fernández iba a estar arropado en las bandas por Sobrino -sustituyendo a un Ontiveros sancionado-, y Brian Ocampo. En punta, un Carlos Fernández que sigue buscando quitarse de encima la maldición de Maxi Gómez.
El orden era la principal virtud que debía mostrar un equipo que debía construir desde la defensa en todas sus líneas. Sin encerrarse ni mucho menos, los primeros minutos estuvieron marcados por multitud de robos en campo rival con un Iza y un Álex Fernández muy intensos en la presión en campo rival. Con un Ocampo incisivo, fue de menos a más hasta el punto de cambiarse de banda. En el Levante, Kochorashvili era el encargado de poner el peligro cada vez que levantaba el periférico. La más clara de los visitantes fue la primera del partido. Un error de Fali dejó a Iván Romero solo en el área. En una media asistencia a Brugué, el palo salvó el primero de los de Julián Calero. La respuesta no fue tardía.
En el 23', un gol anulado a Álex Fernández tras un lanzamiento de falta dejó con la miel en los labios a la parroquia cadista. Con aplausos, era evidente que la cara del cuadro gaditano era otra pero con la falta de eficiencia en ataque y sin un Ontiveros que convierte a los amarillos en dependientes de su calidad. Rubén Alcaraz, que regresaba a la titularidad tras su lesión, pudo poner el 1-0 sin incertidumbre. Pero Andrés Fernández quiso su foto particular para colgarla en su álbum de paradas para el recuerdo cuando alzó el brazo izquierdo sobre la escuadra de la portería de Fondo Sur.
Mejoró el Levante en la segunda mitad donde tenía delante un equipo que apenas tenía delanteros como tal. Carlos Fernández -considerado como mediapunta o segundo punta por Gaizka- formaba pareja arriba junto a un Álex que por instantes estaba incluso más adelantado que el sevillano. En un centro lateral de Matos, el cedido desde la Real Sociedad tuvo el que hubiese sido su primer gol de la temporada pero su cabezazo, bien conectado, se marchó arriba de la portería de Andrés Fernández. No destacaron las ocasiones. Lo intentaba el Levante y también lo intentaba el conjunto de un Garitano que miraba al banquillo y era momento de hacer virguerías con lo que tenía.
Con tres jugadores del filial en el once -Diakité, José Antonio de la Rosa y Borja Vázquez-, la sensación era de un equipo que en invierno tendrá que hacer demasiados deberes. Con un Moussa jugando como si llevase diez años en Segunda División, los amarillos intentaban acercarse a un Levante bien colocado y que tampoco sufría ante las intentonas de un equipo que carecía de materia ofensiva. Con el colegiado del encuentro de protagonista y expulsado a Matos por doble amarilla tras una falta inexistente la cual era a favor de los gaditanos, los instantes finales estuvieron marcados por dos equipos que firmaban el empate.
Dejando claro que falta calidad ofensiva, la segunda mitad pone sobre la mesa que este equipo necesita aligerar los futbolistas que no van a contar para la entidad amarilla. Con un Garitano destacando que necesita efectivos en la rueda de prensa tras el empate frente al Levante, la dirección deportiva debe hacer caso al vasco para comenzar a dejar de lado los fantasmas de la Primera Federación.