Año nuevo, vida nueva

Córdoba

Dice el dicho y en nuestro caso se podría explicar así: iniciamos el dos mil veinticinco, según nuestro alcalde con un aumento de población en nuestra ciudad y sin embargo otro año más en el casco histórico disminuye, pero no así el número de viviendas y apartamentos turísticos que aumentan en unos setecientos, llega tarde pues la ordenanza de restricción de nuevas viviendas y apartamentos turísticos en el distrito centro y sur y sí que aumentan el número de maletas que circulan por nuestras calles y hasta que se aplique esa prohibición, seguro que siguen aumentando el número de viviendas y apartamentos turísticos registrados, y, vida nueva para qué??

Seguimos pendientes desde hace cinco años y algo de las intervenciones en el antiguo cine Andalucía, en el convento de Regina, en el de Santa Clara, en la Ermita de la Aurora, esta última presentada por nuestro alcalde como una de sus prioridades para el dos mil veinticinco. Pendientes también de actuación y rehabilitación completa de la calle San Fernando, tanto estructural como de su iluminación al igual que en la calle Cruz Conde en la que se supone que ya se licitó pero que aún no se ha llevado a cabo.

Que cuando por fin limpian la Noria de la Albolafia, ¿fue acaso para el congreso de ciudades patrimonio al igual que la Ermita de la Aurora?, ¿no colocan ni un mísero farol para que se pueda disfrutar por la noche y tienen que ser unos profesores vascos que acuden con sus alumnos a Córdoba y en más de una ocasión, los que lo hagan notar? Y la Plaza de la Corredera y la calle el Toril, que igual hasta desaparece ella sola por la dejadez. En fin, que continuamos prácticamente igual que el año anterior y que hace cinco años. Eso sí la única que ha tenido un año nuevo con una vida nueva es la calle Alfaros.