Un bofetón a la propaganda

Sevilla

Han salido los datos de PIB per cápita por comunidades autónomas del INE

¿Y cómo queda Andalucía?

Mal. Con 23.218 euros, Andalucía sale última en los resultados al cierre de 2023. Ello supone un 25% menos que el PIB per cápita nacional.

A pesar del tirón del turismo, Andalucía paga el retroceso de la agricultura, la industria manufacturera y la construcción y se acomoda como farolillo rojo, quedando última por segundo año consecutivo, por debajo de Extremadura y Canarias.

Esta es una realidad cruda, dura, difícil de masticar para el PP, afanado en imponer un relato triunfalista sobre la marcha económica de Andalucía.

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La premisa del PP ha sido la siguiente. Andalucía no tenía ningún problema estructural. Su atraso comparado era solo producto de la mala gestión del PSOE. Y eso lo iba a arreglar Juan Manuel Moreno. ¿Cómo? Bajando impuestos y quitando burocracia. Todo ello atraería un alud de inversión, creando riqueza y compensando con nuevos ingresos las rebajas fiscales.

Todo encajaba. Andalucía competiría de tú a tú con Madrid y Cataluña y hasta con la Baviera alemana, una de las regiones más ricas de Europa.

Pues no.

Las tablas del INE dan un bofetón a la propaganda.

El ritmo de convergencia es insoportablemente lento. Y los pronósticos no atisban cambio en la tendencia.

Hay un abismo entre el "milagro económico andaluz" y la realidad.

No se sostiene la ficción de la Baviera del sur, como también sucumbe ante la evidencia el supuesto robustecimiento de la sanidad pública. El PP eligió las listas de espera como vara de medir el éxito sanitario, y también ahí queda muy por debajo de su listón.

Este mes se han cumplido seis años del triunfo electoral de la derecha andaluza. En enero haré seis de la investidura de Moreno. A estas alturas, ¿todo se explica por la famosa herencia recibida? ¿No toca ya una autocrítica? ¿No es hora de aceptar que la anunciada fórmula del éxito no funciona?