Dos nuevos regalos defensivos del Córdoba provocan una nueva derrota lejos de casa (2-0)
Mucho tendrá que cambiar este equipo o la permanencia será cada vez más complicada. Un punto de 21 posibles y solo tres goles a favor es el triste balance fuera
Carracedo disputa el balón al portero del Cádiz (Prensa CCF) / Cadena SER
Córdoba
Así es imposible. El Córdoba sigue regalando los partidos lejos de su estadio y en choques como el de Cádiz, donde no mostró su peor versión en ataque, se auto condenó a seguir perdiendo puntos de una forma ya preocupante. Este equipo no funciona lejos de casa y hay que analizar el porqué, desde Ania y su idea obstinada de mantener el sistema, hasta una plantilla que comete errores infantiles en defensa cada vez que salen de viaje.
Un punto de 21 posibles es el triste y lamentable bagaje de este equipo lejos de casa. Solo tres goles a marcado el Córdoba en sus salidas. Así será muy difícil mantener la categoría, puesto que fiarlo todo a los partidos de casa no solo es una quimera sino una irresponsabilidad. No hay partido fuera que el Córdoba no regale con sus fallos defensivos, uno o dos goles. Así fue en Cádiz donde el VAR entró a corregir el escaso acierto arbitral, primero con un penalti evitable de Carlos Marín y luego con un gol fantasma que no acertaron a sacar bajo palos tres jugadores blanquiverdes.
El Cádiz no creó ocasiones de jugada. Apenas inquietó la portería visitantes, pero en dos acciones puntuales, se pusieron 2-0. Regalos anticipados de navidad que los gaditanos agradecieron porque les sirvieron para ganar su segundo partido en casa y adelantar el Córdoba en la clasificación.
Iván Ania debe hacerse mirar qué está pasando. Cierto es que tiene una plantilla corta y mal confeccionada, con unos defensas que salvo Lapeña, no dan el nivel. Pero lo cierto es que todo no se puede achacar a eso y no estaría de más que desde el banquillo se reaccionase de alguna manera, no vaya a ser que cuando se haga ya sea tarde. Lo de mantener la idea de juego, como ideal está muy bien. La realidad es otra y ahí sí tiene algo de responsabilidad el entrenador.
En Cádiz se mereció algo más el Córdoba. Tuvo buenas ocasiones para marcar, pero no lo hizo. Si a eso se suman los regalos defensivos, se acabó.
Ahora llega el Zaragoza, un rival de los que dan miedo. Habrá que confiar en que el efecto Arcángel dé resultado. Si no es así, la temporada empezará a tener mala pinta. Es lo que tiene haber fichado poco y mal este verano. Hace falta experiencia en el mercado de invierno. Si no es así, el regreso a Primera RFEF llegará más pronto que tarde.
