Investigadores malagueños fortalecen al tomate frente al cambio climático
Los resultados confirman los beneficios de una comunidad bacteriana para mejorar la resistencia de las plantas frente a la salinidad en el aguacate o el calor en el tomate
Málaga
Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga y del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea 'La Mayora' -IHSM-UMA-CSIC--, ubicado en la provincia malagueña, ha confirmado que la aplicación de un consorcio de bacterias favorece la lucha de las plantas contra el aumento de temperatura en el tomate. Además, los frutos tratados con este compuesto "resultaron tener más vigor y obtuvieron mejor porcentaje en la germinación de las semillas".
Según han señalado, este tipo de bacterias "suelen crear comunidades en los llamados biofilms, una matriz delgada que las conecta, donde establecen interacciones y se hacen más fuertes ante cualquier necesidad o adversidad. Comparten nutrientes, se multiplican, generan defensas comunes frente a cualquier amenaza que provenga del exterior y se transfieren genes, como los de ciertas resistencias a antibióticos".
Colaboración con los agricultores
"El que los microorganismos formen biopelículas y colonicen otros seres vivos puede ser beneficioso o perjudicial según su relación con el hospedado. Si se buscan vínculos simbióticos con plantas, el objetivo es que se creen comunidades que promuevan su crecimiento o la protección sobre estreses abióticos, como pueden ser las altas temperaturas y la sequía, o bióticos, como el ataque de plagas y enfermedades. Si se trata de aquellas que generan enfermedades, el fin será evitar su formación".
En este caso, las tres cepas que han utilizado los investigadores han demostrado ser eficientes en la protección de tomate y aguacate ante patógenos, al mismo tiempo que las hace más fuertes ante otras situaciones de estrés, como pueden ser el calor, la sequía o la salinidad.
Los expertos ya han transferido los resultados de su investigación a través de una cooperativa de agricultores con la que colaboran habitualmente. Además de la divulgación de los resultados, plantean su puesta en práctica en campo con los cultivos que ya se han ensayado. También proponen replicar estos trabajos en otros sistemas agrícolas para probar su eficacia.
Estos trabajos se han financiado con el proyecto de excelencia 'Biodiversidad microbiana natural como fuente para nuevos agentes de control biológico contra enfermedades fúngicas del aguacate', de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, y 'Bases de la interacción beneficiosa entre Pseudomonas chlororaphis y la rizosfera del aguacate', del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, han informado desde el Gobierno andaluz en un comunicado.