Madicke Diop, un joven senegalés que ha encontrado en Isla Cristina (Huelva) el lugar perfecto para vivir

Huelva

Madicke Diop, de 25 años y natural de Dakar, Senegal, vivió su infancia en su país natal junto a su madre. A los 17 años, decidió viajar a Isla Cristina (Huelva), donde residía su padre. En principio, su intención era quedarse solo tres meses por vacaciones, pero el encanto y la calidez del pueblo lo cautivaron y aunque inicialmente vino a visitar a su padre, decidió, finalmente, quedarse para continuar su educación y labrarse aquí su futuro.

Desde su llegada, Madicke ha demostrado su capacidad y esfuerzo. Primero con su formación, completando la ESO y el bachillerato, además de formarse en diversas áreas como monitor de atletismo, como entrenador y como conductor de camión. Llegó a tener varios empleos, hasta que optó por iniciarse como emprendedor lo que le llevó a fundar su propia empresa de reparto, Madickexpress, convirtiéndose en un empresario al que le va bien el negocio. Además de su faceta empresarial, Madicke está involucrado en la política local, y colabora con Paco Zamudio, el actual segundo teniente alcalde de Isla Cristina. Su compromiso es firme con su pueblo de adopción. Madicke Diop es una persona muy conocida y querida entre los vecinos del pueblo. Madicke también es un entusiasta del carnaval, una festividad muy importante en Isla Cristina, nos cuenta que disfruta de disfrazarse y participar en las celebraciones, pero que lo de cantar no va con él. Su integración es plena, y con el tiempo, ha forjado amistades muy bonitas con los vecinos y con artistas locales muy famosos como el cantante Manuel Carrasco, a quien considera un buen amigo que le da buenos consejos.

A pesar de sus viajes ocasionales a su país natal, Madicke está convencido de que no hay lugar como Isla Cristina. "No cambiaría Isla Cristina por nada del mundo", asegura. Su aprecio por el pueblo que lo ha acogido tan cálidamente es evidente. La historia de Madicke Diop es la de un joven migrante que ha logrado integrarse plenamente en una nueva cultura, la cual ha adoptado como propia.

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