El muro de la discordia que lleva a los vecinos a permanecer encadenados a una palmera en Motril
Llevan varias décadas pidiendo al Ayuntamiento el cumplimiento de la ley de accesibilidad, para que puedan acceder al residencial los servicios de emergencias en caso necesario
Granada
Vecinos de la urbanización Arenas de Poniente, en la playa de Motril, se han encadenado este lunes a una palmera para pedir al Ayuntamiento el cumplimiento de la ley de accesibilidad, de modo que puedan acceder al residencial los servicios de emergencias en caso necesario.
La acción de protesta se inició a las 7:30 horas de la mañana de este lunes y así la van a mantener "día y noche" hasta que encuentren una solución a este problema, que arrastran desde que se entregaron las viviendas en el 2003.
La presidenta de la comunidad de vecinos, María Jesús Granados, que es una de las personas se han encadenado a una de las palmeras ubicadas a la entrada de la urbanización, dice que han mantenido varias reuniones con el ayuntamiento para buscar una solución y que la que les han aportado desde el consistorio "no es la más adecuada".
La propuesta del Ayuntamiento, sostienen, pasa por eliminar ocho árboles, mientras que lo que los vecinos solicitan es el retranqueo del muro existente, que separa la urbanización de los propietarios colindantes, para de esa forma hacer el vial más ancho.
La urbanización, apunta, tiene 119 viviendas cuyos inquilinos viven de forma permanente en la mayoría de los casos.
En los últimos años ha habido "varios problemas de accesibilidad para los servicios de emergencia, señala Granados, que dice que se ha llegado "a pasear a un fallecido por la calle ya que no podía entrar el coche fúnebre". En otra ocasión, relata, "los bomberos no pudieron intervenir con su vehículo autobomba en un incendio porque no podían meterlo".
La urbanización cuenta con cuatro edificios y "solo tiene una pequeña calle de acceso sin salida que es una auténtica ratonera", relata. Se encuentra además separada de la finca colindante, un establecimiento hotelero, por un muro que se encuentra "en mal estado de conservación".
Según la portavoz de los vecinos, la semana pasada mantuvieron una reunión con los propietarios colindantes y estos accedieron al derrumbe del muro y a ceder el espacio necesario para que el ayuntamiento pueda construir el nuevo vial de acceso que permitiría solucionar el asunto.
Por su parte, el Ayuntamiento ha manifestado su "sorpresa" por la protesta ante la existencia, dice, de un acuerdo con los propietarios y la intermediación del Defensor del Pueblo Andaluz a petición de los vecinos.
El concejal de Desarrollo del Litoral, Nicolás Navarro, ha informado de que en dicho encuentro se establecieron las líneas de actuación para solucionar los problemas que afectan a esta urbanización.
"En el acuerdo se priorizó garantizar la seguridad de los residentes, lo que incluye la eliminación de seis alcorques sin afectar al acerado y así proporcionar más espacio en la calle", ha señalado Navarro.
El plan contempla una segunda fase en la que se estudiará la posible apertura de la Calle Plátano de Indias y su conexión con la Carretera de la Celulosa, explica el concejal, que traslada su colaboración a los vecinos.
Por último, en una tercera fase, se realizaría una evaluación técnica sobre el desarrollo urbanizable del sector, en el que está implicado un promotor privado que sería el responsable del desarrollo del plan, en el que se incluye un nuevo vial de segundo sentido.
Precisa el concejal que la urbanización fue construida hace veinte años con un vial de único sentido, condicionado a la ampliación y desarrollo urbanístico, aspectos que dependen "exclusivamente del promotor privado".
Por su parte, la propietaria del muro de la discordia, Teresa Llanas, ha manifestado a Radio Motril su plena disposición de ceder los metros oportunos cuando le sean requeridos. Entre tanto muestra su disposición a mantener el muro en buen estado de conservación.
Tanto el Grupo Municipal del PSOE de Motril como Izquierda Unida Verdes Equo exigen al gobierno local abandonar la imposición en este conflicto y priorizar el diálogo con los vecinos.