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Enfermeros perfusionistas: el oficio de mantener la vida 'a corazón parado'

Los profesionales del Hospital Reina Sofía, galardonados por el Colegio de Enfermería por su investigación sobre cómo reducir el deterioro de los vasos sanguíneos durante cirugías

Equipo de enfermeros perfusionistas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba / Cadena SER

Equipo de enfermeros perfusionistas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba

Córdoba

Su labor no está reconocida como especialidad propia dentro del gremio, pero en el ámbito sanitario es de sobra conocido el nivel de preparación que requiere. Como mínimo, deben prestar asistencia en 300 cirugías bajo la tutela de un profesional experimentado tras haber superado dos años de máster en Barcelona, donde se imparte en exclusiva.

Y es que la tarea del enfermero perfusionista traza la línea entre la vida y la muerte dentro de un quirófano. Son profesionales sanitarios de práctica avanzada encargados de mantener la circulación funcionado cuando una intervención quirúrgica requiere inducir una parada cardíaca. En el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, solo cuatro personas desarrollan esta práctica, pese a ser el único centro hospitalario de Andalucía donde se realizan todos los procedimientos en los que un perfusionista puede ser requerido.

Son Ignacio Morales, Inmaculada Cabrera, Javier Cari y Agustín Elías. "Hay operaciones que requieren que el corazón esté parado y sin sangre para poder intervenirlo, lo cual a priori es incompatible con estar vivo", explica el último y más veterano, "ahí es cuando nos toca intervenir con las máquinas de circulación extracorpórea". Con esta compleja tecnología, los perfusionistas se encargan de mantener irrigados y oxigenados el resto de órganos, al tiempo que han administrado un fármaco al paciente para "poner en hibernación" al corazón y que así no sufra daños durante el tiempo de parada, concreta.

Por norma general, dice Elías, el perfusionista llega a quirófano dos horas antes de la intervención, "porque tenemos que montar y preparar la maquinaria, eliminar todo el aire de los tubos de la misma y comprobar que funciona a la perfección". Pero cuando hablamos de trasplantes de pulmón o trasplante cardíaco, en la mayoría de ocasiones el tiempo de respuesta es crucial y no hay mucho tiempo para organizarse. "Con las urgencias vamos lo más rápido posible y la coordinación entre equipos es vital", destaca el enfermero, "por lo que siempre hay alguien disponible, las veinticuatro horas, todos los días".

A esto se añaden las intervenciones programadas. En una semana, el equipo del que forma parte puede participar en doce cirugías extracorpóreas, cuatro trasplantes pulmonares y un trasplante cardíaco. Y la cartera de servicios no para de crecer, pues los perfusionistas son responsables también de la terapia ECMO —ventilación por membrana extracorpórea—, un sistema más pequeño que da asistencia mecánica al sistema circulatorio para proporcionar soporte cardíaco y respiratorio. Con la expansión de su aplicación —que repuntó durante la pandemia de la Covid 19— los perfusionistas han ganado terreno de juego también en las unidades de Cuidados Intensivos.

"Mi amor por este oficio fue a primera vista", reconoce Agustín Elías, al tiempo que detalla que se trata de una especialización dentro de la Enfermería que tiene alta demanda, "porque es muy llamativa, aunque debe tenerse en cuenta que no todos los hospitales requieren de un profesional de este perfil".

Ahora, el equipo de cuatro perfusionistas del Reina Sofía ha sido reconocido con el premio anual que concede el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba por un proyecto centrado en cómo mejorar su labor asistencial. "Ha sido un esfuerzo extra", manifiesta Agustín, "pues somos muy poquitos, así que ampliar nuestra jornada para realizar investigación ha supuesto todo un reto".

El estudio premiado se centra en paliar un daño colateral de las técnicas de respiración extracorpórea: la degradación de ciertas proteínas que recubren los vasos sanguíneos. Así, el grupo de sanitarios ha estudiado cuál es el proceso de destrucción de esas moléculas con unos resultados prometedores, pues introducir pequeños cambios en la forma de proceder de los perfusionistas en quirófano podría incluso traducirse en una menor estancia en UCI de los pacientes y en una recuperación más temprana.

Álvaro Guerrero Jiménez

Álvaro Guerrero Jiménez

Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...

 
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