Los Morancos celebran sus 45 años sobre los escenarios en Sevilla: "Hacemos humor sobre cualquier tema, pero nunca hemos querido hacer daño a nadie"

Sevilla

Fue un 15 de abril de 1979, cuando Jorge y Cesar Cadaval se subían por primera vez a un escenario. Todo empezó en un bar de Triana donde César y un amigo hacían un sketch al que, en un momento dado y por una apuesta con el dueño, se le unió Jorge simulando que interrumpía la parodia. A partir de ese momento, y como César y su amigo aparecían vestidos de moros, se llamaron Los Morancos: "Mis padre fue fundamental para nuestro trabajo y mi madre era muy dulce, cantaba como los ángeles,a ellos les debemos todo". "Queremos sacar un disco con toda la familia, porque todos cantan muy bien y la familia es, para nosotros, fundamental, importantísima", anuncia César Cadaval presente en Hoy por Hoy Sevilla.

Por aquel entonces, conseguían hacer las delicias del público haciéndoles creer que, lejos de ser dos hermanos trianeros criados en el barrio del Tardón, se encontraban ante un par de mormones estadounidenses capaces de cantar y bailar por burlerías. Primero hicieron bodas, bautizos y comuniones, se pasearon por las casetas de la Feria de Sevilla, galas benéficas... Hasta que conocieron al humorista Eugenio en Madrid que a su vez les presentó a Chico Ibáñez Serrador quien les dio una oportunidad en el “Un, dos, tres”.

Ahora Los Morancos celebran los 45 años de aquel primer contacto con los escenarios y lo hacen en Sevilla, con su público y con su nuevo espectáculo BIS A BIS, obra estrenada en Barcelona en noviembre dirigida por Lolo Seda, y con la que han conseguido un éxito rotundo.

Esta obra ya estuvo en el Cartuja Center de Sevilla en enero, y ahora vuelven –desde el 3 de abril hasta el 7- con más de 20.000 entradas vendidas y el cartel de “Completo” colgado en sus diez funciones.

Mucho han cambiado sus formatos y personajes en estas décadas y mucha ha sido la capacidad de adaptación de los hermanos Cadaval, consiguiendo así ser los humoristas en activo más longevos a nivel nacional, con un producto que lejos de estar atisbando una despedida, parece encontrarse en su mejor momento.

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Y es que el humor ha cambiado mucho, menos algo que vienen haciendo los hermanos desde el principio: escuchar a la gente que va por la calle, a sus vecinos, a sus amigos... Se definen a sí mismos como “sociólogos de su barrio”, algo que ha tenido el efecto de que nos veamos identificados con sus personajes y las situaciones que representan, que nos riamos de nosotros mismos... Sabia terapia que aconsejan psicólogos y psiquiatras para desatar los nudos del día a día...

Es verdad que ahora el humor está muy "vigilado", que algún que otro cómico ha tenido problemas con la justicia. De ahí que el lema de este nuevo espectáculo sea 'El humor está en el punto de mira y los humoristas en el punto de ira’. César y Jorge, sin embargo se defienden: "Nunca hemos querido hacerle daño a nadie, hacemos crítica social, hablamos de muchos temas, desde nombrar a las personas mayores al machismo..., pero sin hacer sangre". "Estamos en el punto de ayudar a la gente, que le falta alegría".

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