Rafael Romero, pregonero de las Fiestas de San Antón en Jaén: "Nos queda mucho por sentir lo nuestro y defenderlo"

Jaén

Rafael Romero Cantero tiene 30 años y lleva desde que era pequeño cantando melenchones cerca de una lumbre. Vive San Antón al máximo porque es un "gran amante de las tradiciones" y eso lo ha llevado a ser el elegido por el Ayuntamiento de Jaén para pregonar este jueves en el Teatro Darymelia estas fiestas. Antes de este momento tan especial, el también Jefe de la Tuna Universitaria de Jaén ha pasado por el programa 'Hoy por Hoy Jaén' para valorar estas fiestas y avanzar algo del contenido de su pregón.

"De estas fiestas destaco la convivencia de los vecinos alrededor del fuego, que es lo más característico", ha dicho Rafa cuando le hemos pedido a este joven nacido y criado en La Merced que nos definiera las celebraciones en la capital en torno a San Antón. Romero comparte desde niño con sus amigos esta tradición y ha opinado también sobre si las lumbres y la carrera el día que toque o el sábado más próximo: "Siempre he defendido la pureza, pero sí es cierto que necesitaba un empujón y se lo ha dado el hacerla el sábado más cercano...quizás dentro de un tiempo, cuando coja el nivel que le corresponde, podamos plantearnos volver a su día caiga cuando caiga porque la gente no se la va a perder".

El pregonero reconoce que sintió "alegría primero, luego mucho miedo" cuando le anunciaron que sería pregonero. Estos días, prepara un momento en el que quien lo conoce sabe que por supuesto habrá frescura, juventud, tradición, sorpresas y muchas risas.

Con una trayectoria cultural asombrosa pese a su juventud, desde que tenía 6 años toca la bandurria, pertenece a Lola Torres, a la cofradía de los Estudiantes, y es, como decíamos, el jefe de la Tuna Universitaria. "Soy un gran amante de las tradiciones y la cultura de Jaén y claro la defiendo todo lo que puedo".

Sobre si los jiennenses defendemos nuestras tradiciones, Romero lo tiene claro: "Nos hace falta todavía ese sentimiento, se va despertando. Nos queda mucho por sentir lo nuestro y defender lo nuestro. Esto se hace queriéndonos a nosotros y sin intentar querer ser más que nadie ni menos, hacer que el que se acerque a nosotros y viene de fuera disfrute de lo nuestro. Tenemos constumbres muy arraigadas y muy de disfrutar el momento".

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