La hija de Lucía Garrido está convencida de que su padre tuvo intervención en el asesinato
Manuel Alonso Herrero (i), expareja de Lucía Garrido, que fue hallada muerta flotando en la piscina de su finca de la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre en 2008, para quien el fiscal encargado del juicio ha afirmado que el crimen fue por odio del exmarido hacia la víctima, como en cualquier caso de violencia de género, y que también tuvo un componente económico, sentado junto a su abogada este lunes cuando ha comenzado el juicio con jurado popular en la Ciudad de la Justicia en Málaga. EFE/Jorge Zapata / Jorge Zapata (EFE)
Málaga
La hija de Lucía Garrido asegura al tribunal que su madre estaba amenazada de muerte y considera que su padre estuvo implicado en el asesinato.
Sara apenas tenía doce años cuando su madre fue asesinada en 2008 en la Finca los Naranjos de Alhaurín de la Torre. 15 años después declara ante el tribunal que juzga a dos personas, entre ellas su padre, de haber asesinado a Lucía Garrido por intereses económicos.
En concreto, dice la Fiscalía, que para proteger los negocios ilegales que el principal acusado del asesinato de Lucía, Manuel Alonso, su expareja y padre de la testigo, tenía en esa finca que se utilizaba, supuestamente, como guardería de droga y depósito de animales incautados.
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La hija de ambos confirma las amenazas, las presiones para que se marcharan, los cortes de agua y luz, ruedas pinchadas, la retirada de los mastines que guardaban la finca poco antes del asesinato de Lucía, de todo fue testigo directo y hoy ha contado su historia al tribunal: un día dijo que (Lucía) saldría por las buenas, por las malas o en una bolsa de basura".
De hecho, ha relatado al tribunal como fue testigo de una llamada en la que Lucía le dijo a su hermana que, si le pasaba algo, Sara se fuera a vivir con ella.
Las relaciones con el padre de la testigo tampoco eran buenas a raíz de la separación, ha asegurado que estaba obligada a someterse a las visitas regladas, aunque ella no quería y cuando escribió una carta al tribunal mostrando su oposición el padre, ha dicho Sara, la obligó a escribir una misiva en la que se retractaba de todo.
En los días previos al asesinato Lucía, ha declarado su hija, estaba muy mal física y psicológicamente, apenas comía, ha dicho, perdió cerca de veinte kilos y lamentaba que, pese a las denuncias reiteradas, nadie le hiciera caso ni en los servicios sociales ni en la Guardia Civil donde llevó las amenazas y presiones.
La hija de la víctima y el acusado ha declarado tras un biombo para no ser vista por el jurado ni los acusados.
Ante el jurado también ha declarado este miércoles una amiga de Lucía Garrido quien ha asegurado que, tras la separación, la víctima se quedó sin dinero, se perdieron unos documentos que ella, aseguraba, era su seguro de vida, el acusado retiró los perros que vigilaban la parcela y dejó de alimentar a los animales salvajes que tenía en la finca Los Naranjos de Alhaurín de la Torre donde fue asesinada Lucía.
Esta testigo ha declarado que antes de morir: "Lucía era una sombra, era un esqueleto y psicológicamente estaba destrozada, no era ella, estaba demacrada, no comía porque todo se lo daba a la hija que era lo más importante".
Ignacio San Martín
Periodista de Málaga especializado en tribunales y motor. Responsable de 'Autoradio', programa decano...
