Del desamparo a la lucha por una vida normalizada

Huelva

Cinta, una mujer valiente y perseverante, se encontró en una situación desgarradora debido a un divorcio que la dejó sin hogar. Perder su casa y no tener empleo la arrojó a las calles, a la intemperie y al miedo. Todavía recuerda aquella primera noche al aire libre. Pegó su espalda a una fría pared y no durmió, consciente de los peligros que acechan en la oscuridad urbana.

Con el tiempo, Cinta ha conocido a muchas personas que, como ella, luchan por sobrevivir en las calles. La vida en la calle está plagada de amenazas y desafíos, pero también de solidaridad. Recuerda una historia particular: la del joven de Tenerife que vivía en los soportales y la del hombre que maltrataba a su perro. Cinta no dudó en enfrentarse al abusador para proteger al indefenso animal, un reflejo de su profundo deseo de combatir las injusticias. A menudo reflexiona sobre cómo, si hubiera tenido la oportunidad de estudiar, habría sido abogada para luchar contra esas mismas injusticias que presencia en las calles. Su determinación es fuerte, y no puede soportar la idea de la injusticia.

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A pesar de su difícil situación, Cinta mantiene dos pequeños vicios: el café y fumar un cigarrillo, quizás sus únicos consuelos en medio de tanta adversidad. Aunque tiene familia, no ha mantenido un vínculo estrecho con ellos. Cuando se le pregunta quién la ayuda y quién no, menciona a Cáritas, donde suele ir cada día a asearse y a desayunar, pero luego vuelve a enfrentarse al desafío de la calle. En ocasiones, una amiga le brinda un lugar para dormir, pero esto no sucede siempre.

Cinta se siente desamparada en la calle, cree que existen ayudas de las administraciones, aunque no todo el mundo sabe de estas ayudas. Por eso, Cinta cree que los políticos no alivian su sufrimiento, sintiendo que las promesas no se traducen en acciones concretas. Escucha aquí La Conversación realizada en el acogedor ambiente de Pastelería La Grosera de Huelva.

Cinta siente que la vida le ha jugado una mala pasada, ya sea por circunstancias desafortunadas o malas decisiones. Lo que más le duele a Cinta es la falta de contacto con algunos de sus nietos. Aunque es madre de dos hijos y abuela de siete nietos, es su nuera quien limita su relación con los pequeños, lo que le causa un profundo sufrimiento y lágrimas. Asegura que esta situación es incluso más dolorosa que estar en la calle. Esta mujer de 63 años, sólo pide una habitación y un trabajo de cuatro horas para poder mantener una vida normalizada.

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Después de pasar tiempo en Cáritas, donde realiza un curso de peluquería, Cinta suele recorrer su barrio de Isla Chica en Huelva. Allí, encuentra personas que la recuerdan, y ella, a su vez, evoca a sus padres ya fallecidos. Asegura que, si su madre estuviera viva, no estaría viviendo esta pesadilla. La vida en la calle le ha enseñado a ser desconfiada, pero ha decidido no derramar más lágrimas. A pesar de sus dificultades, Cinta sigue siendo amable y agradable con todos, un testimonio de su resiliencia en medio de la adversidad.

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La Conversación es una sección en Hoy por Hoy Huelva de la Cadena SER en la que se abordan temas a través de las historias de la gente. Cada martes en Radio Huelva.