El comercio que nos acompañó
Firma de Opinión del arquitecto e ilustrador, Rafael Obrero. Hoy por Hoy Córdoba
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El comercio que nos acompañó. Rafael Obrero
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Córdoba
En los últimos veinte años, hemos sido testigos de una transformación drástica en la imagen de nuestro centro comercial. La antigua esencia del comercio local, que una vez definió el carácter de Córdoba, está desapareciendo rápidamente. Rusi, Los Guillermos, La Perla, La Antigua librería Luque, Pañerías Modernas, etc etc etc han sido paulatinamente sustituidas por franquicias o comercios anodinos, de luz cegadora, perfumado ambiente y estética ramplona.
Esta situación nos lleva a reflexionar de nuevo sobre la necesidad de preservar la identidad física de nuestras ciudades. Sin embargo, no todos los lugares han enfrentado este desafío de la misma manera. Tomemos como ejemplo la ciudad de Oporto, donde se ha logrado una simbiosis exitosa entre el cambio de negocio y el respeto a su fisonomía histórica y cultural. Es un claro ejemplo de cómo es posible avanzar sin sacrificar nuestra herencia. Las marcas han sabido ver el valor de insertarse en un espacio con alma, y la administración ha trabajado por qué así sea.
Entonces, nos preguntamos: ¿Quiénes son los culpables de esta situación? ¿Qué ha hecho el Ayuntamiento, para proteger este patrimonio? Y nosotros, la ciudadanía y especialmente los arquitectos, ¿hemos sido lo suficientemente activos en la defensa y valorización de nuestra herencia arquitectónica?
Diría que no. La indolencia y, en determinadas épocas la bonanza económica que permite demoler y levantar de nuevo en vez de conservar y rehabilitar, han obrado el desastre.
Una nota optimista para terminar, pasen por la calle Conde de Cárdenas, allí podrán admirar un local de Rafael de la Hoz preservado impolutamente, un negocio de empanadas, que nada tiene que ver con la antigua sastrería Cortenovo ni con la Librería Católica que tomó el relevo, pero que ha sabido ver la bondad de la buena arquitectura.