La Universidad de Sevilla expone tras su restauración un curioso conjunto de diez bustos-relicario de varios santos
Las esculturas datan de los siglos XVI y XVII y forman parte del legado jesuita que se llevó a cabo para la actual Iglesia de la Anunciación
Sevilla
Una exposición mostrará los resultados de la restauración realizada durante cinco meses a un curioso conjunto de bustos-relicario de los siglos XVI y XVII, que forma parte del legado jesuita atesorado por la Universidad de Sevilla. El excepcional grupo de diez imágenes escultóricas, que representa a diversos santos, fue ejecutado para la iglesia de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, la actual Iglesia de la Anunciación, perteneciente ahora a la US.
Las esculturas, de estilo manierista y barroco, representan a santa María Magdalena, santa Ana, san Francisco Javier, san Antonio de Padua, san Jorge, santa Cecilia, santa Dorotea, san Antonio Abad, san Gregorio y santa Mártir. Los autores son desconocidos, excepto el relicario de San Francisco Javier, atribuido a Juan de Mesa.
Todas las esculturas están realizadas en madera tallada -de pino, o de roble-, dorada y policromada en forma de busto, con una postura frontal y montadas sobre una peana rectangular. También todas han sido ahuecadas en su interior y presentan dos salidas al exterior, una en el pecho y otra en la parte posterior. En la del pecho iría colocada la teca o cajita donde se guardaría una reliquia que puede ser ovalada o circular, pero actualmente ninguna la conserva.
El orificio destaca por tener un vistoso marco dorado decorado con volutas de estilo manierista o barroco. En la salida de la zona posterior se halla una tapa rectangular tallada usada para dar acceso al interior y colocar la reliquia desde atrás, con excepción de la de San Francisco Javier.
Restauración
Las obras han sido sometidas a una minuciosa restauración por parte de la Universidad de Sevilla debido al deterioro que presentaban. La intervención sobre los relicarios ha estado dirigida a corregir los problemas de estabilidad de los distintos estratos, así como la limpieza general.
Los trabajos de restauración han contemplado una limpieza superficial, la fijación y el asentado de la policromía, la eliminación de los repintes y la limpieza de la policromía, con la que el conjunto recuperó la riqueza de colorido, los efectos de luz y los matices de tono que permanecían enmascarados bajo la capa oscura de suciedad y los barnices oxidados. El grupo de esculturas mostraba una falta de unidad en cuanto al aspecto general del conjunto, pues algunos habían sido restaurados recientemente y otros reflejaban intervenciones antiguas de diferentes calidades.
También se procedió a subsanar las grietas, fijar piezas sueltas, a reintegrar el color de la policromía y a aplicar una protección y una prevención contra insectos sobre la madera, en la que se detectaron algunos ataques de carcoma puntuales y algunas faltas importantes, como son algunas manos, dedos y tapas posteriores.
Ubicación
Originalmente las esculturas se ubicaban en un retablo o altar en la antigua capilla de las reliquias de este templo, utilizada hoy en día como sacristía. A finales del siglo XVI, en el templo jesuita se conformó un retablo con reliquias de diferentes santos y épocas, que se acabarían ubicando en urnas y en bustos de imágenes que terminarían expandiéndose por los muros del templo, creándose un retablo de reliquias en la zona donde actualmente se sitúa el retablo pictórico de la Virgen de Belén.
Con esta muestra, la Universidad de Sevilla continúa con su compromiso de mostrar periódicamente piezas recuperadas de su reserva patrimonial, con el fin de dar a conocer el pasado artístico, científico y pedagógico conservado en la universidad. Se trata una vez más de dejar constancia del continuo compromiso de la universidad con el legado heredado. Por una parte, la US es fiel a la vocación universitaria de transferencia de conocimiento a la sociedad, y al mismo tiempo, cumple con su labor institucional de proteger, conservar y difundir el patrimonio de la institución, que ya cuenta con más de cinco siglos de historia.
La exposición se inaugura el 27 de septiembre y podrá visitarse hasta el 3 de noviembre -de 11 a 20 horas- en la sala EP1 del CICUS, en la calle Madre de Dios, 1. La asistencia requiere invitación, que podrá ser solicitada en este enlace.
Virgen de la Candelaria de San Jacinto
Por otra parte, la Parroquia de San Jacinto acogerá este miércoles, día 27 de septiembre, a partir de las 20:30 horas, el acto de presentación de la reciente restauración de Nuestra Señora de la Candelaria, sobre estas líneas, cotitular del citado templo parroquial.
El equipo interdisciplinar formado por el laboratorio de la Universidad Pablo de Olavide Sanitarte y AmbuLab; HT Médica; el escultor Augusto Morilla y el archivo de la Hermandad de la Estrella, bajo la coordinación del conservador y restaurador José Luis García, han llevado a cabo esta restauración de la Virgen de la Candelaria.
Se ha realizado un estudio estratigráfico para la identificación de los estratos de la policromía, así como el análisis químico. También cabe destacar dentro de estos estudios previos la realización de tomas radiológicas para analizar el estado del soporte y la documentación histórica de la talla.
El soporte se encontraba en un estado muy deficiente, con inestabilidad y ataque de insectos xilófagos. Para ello, se decidió restituirlo por un nuevo candelero y juego de brazos realizado por Augusto Morilla.
Tras los diferentes análisis, en el taller de Ágora Conservación del Patrimonio, se procedió a realizar la limpieza físico- química de la policromía, con previo test de solubilidad. Se han realizado las oportunas reintegraciones de las lagunas, para así devolver la lectura original de la obra. El escultor Augusto Morilla ha realizado la nueva talla del Niño Jesús, desaparecida en estos últimos años.
Se presenta la talla vestida por el bordador Joaquín Salcedo. Todo ello bajo la coordinación de José Luis García González, conservador y restaurador de Ágora Conservación del Patrimonio.