Sociedad

Retratos de una guerra

Hablamos con algunas de las familias ucranianas que siguen en Córdoba cuando se cumple el primer año de Guerra en Ucrania

Reportaje sobre las familias ucranianas que están acogidas en Cabra desde el inicio de la guerra en Ucrania

Reportaje sobre las familias ucranianas que están acogidas en Cabra desde el inicio de la guerra en Ucrania

08:23

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Córdoba

Casi 700 personas de nacionalidad ucraniana han llegado a pedir protección en Córdoba desde que empezó la guerra. Aquí ya vivían ya casi medio millar de ciudadanos procedentes de Ucrania.

La mayor parte de las familias que llegaron a Córdoba en los primeros meses de la guerra, han vuelto de nuevo a Ucrania, donde dejaron a sus maridos, hermanos, combatiendo los ataques de Rusia, pero otras aún permanecen aquí, un año después del inicio del conflicto.

Los primeros refugiados ucranianos que han llegado a Cabra posan con familias de acogida

Los primeros refugiados ucranianos que han llegado a Cabra posan con familias de acogida / María Eugenia Vílchez

Los primeros refugiados ucranianos que han llegado a Cabra posan con familias de acogida

Los primeros refugiados ucranianos que han llegado a Cabra posan con familias de acogida / María Eugenia Vílchez

Todas pensaban que a estas alturas la guerra ya habría terminado y podrían volver a sus casas, pero cuando lo intentaron en septiembre, las tropas rusas recrudecieron los ataques y tuvieron que desistir.

La mayor parte de las personas refugiadas que vinieron a Córdoba desde Ucrania han sido atendidas desde la ong Accem.

Uno de esos municipios que acogieron a familias fue Cabra. Y lo hizo a través de una ciudadana ucraniana que lleva afincada muchos años allí: Liudmyla Klymenco y de la solidaridad de asociaciones, entidades y familias de acogida locales, como "Cien por cinco".

Liudmyla con varios niños en un orfanato de Chernobyl en 2019

Liudmyla con varios niños en un orfanato de Chernobyl en 2019 / José Antonio Romero

Liudmyla con varios niños en un orfanato de Chernobyl en 2019

Liudmyla con varios niños en un orfanato de Chernobyl en 2019 / José Antonio Romero

De las familias ucranianas que llegaron de su mano a Cabra huyendo de la guerra en las primeras semanas de los ataques rusos contra Kiev, Irpin, o Zaporiyia, ya solo quedan dos: Inha una profesora ucraniana y su hijo Maskim, y Sofía Ivanna, una de las primeras Menas,(Menores extranjeras no acompañadas), que llegaron desde Ucrania a Andalucía.

Manuel y Liudmyla con la profesora ucraniana Inha y su hijo Maskim, otra de las familias ucranianas que huyeron de la guerra y que fueron acogidos en Cabra

Manuel y Liudmyla con la profesora ucraniana Inha y su hijo Maskim, otra de las familias ucranianas que huyeron de la guerra y que fueron acogidos en Cabra / María Eugenia Vílchez

Manuel y Liudmyla con la profesora ucraniana Inha y su hijo Maskim, otra de las familias ucranianas que huyeron de la guerra y que fueron acogidos en Cabra

Manuel y Liudmyla con la profesora ucraniana Inha y su hijo Maskim, otra de las familias ucranianas que huyeron de la guerra y que fueron acogidos en Cabra / María Eugenia Vílchez

A ellas se sumaron a finales de 2022, Victoria y sus tres hijos de 5, 3 y 2 años. Liudmyla y Victoria se habían conocido años antes durante el trabajo de Liudmyla en los orfanatos ucranianos, y cuando se puso en contacto con ella para pedirle que los sacara de allí porque temía por sus hijos, no se lo pensó dos veces.

Liudmyla Klymenco con Victoria y una de sus hijas, una de las familias ucranianas que están acogidas en la Fundación Promi en Cabra

Liudmyla Klymenco con Victoria y una de sus hijas, una de las familias ucranianas que están acogidas en la Fundación Promi en Cabra / María Eugenia Vílchez

Liudmyla Klymenco con Victoria y una de sus hijas, una de las familias ucranianas que están acogidas en la Fundación Promi en Cabra

Liudmyla Klymenco con Victoria y una de sus hijas, una de las familias ucranianas que están acogidas en la Fundación Promi en Cabra / María Eugenia Vílchez

Victoria y los pequeños llegaron antes de final de año a Cabra, están acogidos, como Inha y su hijo, en las instalaciones de la Fundación Promi, que dispuso el edificio de la antigua residencia para que las familias ucranianas que vinieran a Cabra y necesitaran usarlas, pudieran estar allí acogidos.

Los niños más pequeños van a la guardería San Rodrigo y el mayor al Colegio San José, Madres Escolapias. Igual que Sofía Ivanna, que está acogida por una familia de Cabra.

Carlota, Fran e Inma, una de las familias de acogida de Cabra

Carlota, Fran e Inma, una de las familias de acogida de Cabra / María Eugenia Vílchez

Carlota, Fran e Inma, una de las familias de acogida de Cabra

Carlota, Fran e Inma, una de las familias de acogida de Cabra / María Eugenia Vílchez

Los padres españoles de Sofía se llaman Fran e Inmaculada y su hermana se llama Carlota. En un año han visto como Sofía ha aprendido el idioma, se ha adaptado a la escuela y ha hecho amigos aquí que serán para siempre cuando se marche. Allí la espera su abuela con la que habla casi todos los días.

Fran recuerda recuerda lo perdidos que estaban administrativamente y lo que les ayudaron tanto desde la Junta de Andalucía como desde el Cuerpo Nacional de Policía para poder acoger a Sofía por su condición de menor no acompañada.

Durante este tiempo también ha habido buenas noticias. Inha, profesora de ucraniano para alumnos extranjeros en la Universidad de Kiev, empezará a colaborar con la Universidad de Córdoba.

Maxine con Inha, su madre, dos de los refugiados ucranianos que han llegado a Cabra este fin de sema

Maxine con Inha, su madre, dos de los refugiados ucranianos que han llegado a Cabra este fin de sema / María Eugenia Vilchez

Maxine con Inha, su madre, dos de los refugiados ucranianos que han llegado a Cabra este fin de sema

Maxine con Inha, su madre, dos de los refugiados ucranianos que han llegado a Cabra este fin de sema / María Eugenia Vilchez

En estas fechas en las que se cumple un año desde que empezó la guerra, "todo se remueve porque hace tiempo que la guerra debería haberse terminado" dice Liudmyla.

Su mayor deseo sería traerse de Ucrania a su madre. Una octogenaria ucraniana que sigue allí y que no está dispuesta a abandonar su casa, a pesar del conflicto.

María Eugenia Vílchez

María Eugenia Vílchez

Me mueven las causas justas. Me gusta contar historias y dar voz a personas que normalmente no la tienen...

 
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