El colillero ecológico y portátil inventado en Málaga que hace furor entre los fumadores

Málaga

Se trata de algo tan ingenioso como del tamaño de una caja de cerillas, realizado con material ecológico con una espuma ignífuga patentada donde el fumador puede introducir la colilla para apagarla y dejarla en el interior. Este invento, realizado por el malagueño Francisco Caro de 72 años, acaba de aterrizar en el mercado y esta causando furor entre los fumadores. No es sencilla dar con el producto porque no se vende en la calle, ni en los estancos, ni siquiera en los quioscos. La idea de quienes están ya comercializando el producto es que sean empresas o instituciones quienes impulsen la compra de este colillero portátil y ecológico que, a su vez, puede servir en su exterior para la promoción de un destino o de una ciudad. De hecho, las primeras 'tiradas' del producto que comercializa Recol-R4 llevan, como promoción, la candidatura de Málaga para albergar la Exposición Internacional del año 20287.

Alberto López Malax, CEO de nomascolillas.es ha explicado en una entrevista concedida a SER Málaga, que el recipiente tiene capacidad para unas veinte colillas "y después lo puedes tirar y el reciclable 100%. Es la primera solución eficaz que hay para evitar la suciedad que provocan las colillas y además es ecológico".

"Lo acabamos de sacar al mercado, el Ayuntamiento de Málaga lo ha aprovechado para dar difusión a la candidatura de la Expo 2027, 'Las ciudades sostenibles' y hay ya muchos municipios que se han interesado por el producto", explica López. "Se fabrica en Andalucía, el material el cien por cien reciclable" añade el CEO que también explica el origen del invento: "Francisco lleva tiempo dándole vueltas hasta que da con la fórmula y lo patenta. Nosotros somos la empresa de desarrollo tecnológico que se encarga de comercializar y explotar la idea".

El colillero no esta disponible para público minorista pero cara a las instituciones y "ya personalizado para quien dese su distribución ante sus vecinos y ciudadanos le puede salir por unos 33 céntimos la unidad", avanza López Malax. La solución es mucho más ecológica que los envases de plástico que se han ido distribuyendo en los últimos años por los ayuntamientos en algunas playas y senderos para evitar que las colillas acabaran en el suelo o la arena ensuciando el entorno.

La suciedad de las colillas

El problema de las colillas de cigarro en España es una preocupación ambiental y de salud pública. Las colillas pueden tardar hasta doce años en descomponerse y contienen químicos tóxicos que pueden contaminar el suelo y el agua. Además, pueden ser peligrosas para la fauna silvestre y los seres humanos si se ingieren accidentalmente. Por lo tanto, es importante que se tomen medidas para reducir la cantidad de colillas abandonadas en la naturaleza y fomentar prácticas más sostenibles y responsables. Esto incluye la educación y concienciación sobre los efectos negativos de las colillas, la disponibilidad de ceniceros públicos y la implementación de multas por la descarga ilegal de colillas.

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Además, existen iniciativas y campañas de limpieza que tienen como objetivo recoger y desechar adecuadamente las colillas de cigarro. Estas campañas son llevadas a cabo por grupos de voluntarios, organizaciones no gubernamentales y, en algunos casos, por las autoridades locales. Algunas empresas también han comenzado a producir ceniceros portátiles y biodegradables para fomentar prácticas más sostenibles.

En resumen, el problema de las colillas de cigarro en España es una cuestión importante que requiere la colaboración de todos para solucionarlo. Es necesario educar a la población sobre los efectos negativos de las colillas, proporcionar ceniceros adecuados y apoyar iniciativas que promuevan prácticas más responsables y sostenibles. Juntos, podemos trabajar para proteger el medio ambiente y la salud pública para las generaciones futuras.