El Comedor del Padre Cruceyra o dar de comer al hambriento

Algeciras

El Comedor del Carmen sigue cumpliendo con una función fundamental en estos tiempos que corren, y en otros hace ya muchos años, que fueron muy difíciles. Tiempos de penurias, de gente que lo pasaba mal, que no tenía donde comer, eran los abandonados. Un equipo de voluntarios con el cura Cruceyra al frente montaron ese comedor social que ha saciado la necesidad de tanta gente.

Pepe Ramírez está en el Comedor, junto a su amigo y compañero, Juan Paradas, desde principios de siglo. Ha sentido mucha necesidad, pero han sido estos tiempos lo más difíciles, los de la pandemia, donde ha crecido el número de usuarios del Comedor, de cuarenta o cincuenta personas, antes de esta crisis, a los ciento setenta de hoy día. Como nos cuenta Pepe hay muchas personas que nunca se habrían imaginado haciendo cola en el Comedor del Padre Cruceyra.

Esta Nochebuena y Navidad se repartieron cerca de 300 raciones con menú especial tanto para la cena como para la comida del 25. Pero todo esto cuesta dinero, hacen falta recursos, las fiambreras que se preparan desde la aparición de la pandemia añaden un coste a todo este gesto de solidaridad. Son muchas las personas anónimas, las empresas, las que están dispuestas a colaborar. En estos días la cena solidaria de AESBA recaudaba casi 27.000 euros dirigidos al comedor y a su magnífica y solidaria labor.

No se olvida Ramírez de la importancia del Banco de Alimentos para el sostenimiento y abastecimiento del comedor en artículos no perecederos, el resto hay que pagarlo. De ahí la gran labor que desarrollan estas personas, capaces de emocionarse cuando hablan por la radio, cuando se les pregunta por la labor, por la gente a la que atienden. Afortunadamente, existen.