Andalucía, una comunidad sociológicamente de centro izquierda, le ha perdido el miedo a votar a la derecha

Sevilla

El candidato popular Juan Manuel Moreno, que sacó en 2018 el peor resultado de la historia del PP en Andalucía con 26 escaños, parte hoy con una mayoría, no absoluta, pero sí bastante holgada. Y eso puede tener que ver con que Andalucía, una comunidad sociológicamente de centro izquierda, le ha perdido el miedo a votar a la derecha. Los andaluces premian el perfil moderado de Moreno Bonilla al que no le penaliza el hecho de haberse apoyado en Vox en esta legislatura. Ha gobernado sin estridencias, sin un brillo excesivo en la gestión, pero sin grandes equivocaciones. Ese caudal del PP tiene mucho que ver con otra cosa que ha cambiado. Ciudadanos era el fiel de la balanza y eso le hizo crecer mucho: apoyó aquí al gobierno de Susana Díaz, pero su estrategia de escorarse a la derecha le ha sacado directamente del terreno de juego electoral y corre un riesgo efectivo de perder los 21 diputados que tiene. En la unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE, que en este caso no era una opción, era una necesidad algo parecía haber cambiado. Una alianza in extremis, con una buena candidata, Inma Nieto, pero con un mal ambiente que se ha evidenciado en la formalización de la candidatura y ahora en la pelea con Teresa Rodríguez por los debates.

Sobre Vox, en las ultimas elecciones andaluzas entró con mucha fuerza. y pese a que hay señales de estancamiento en términos generales, aquí en Andalucía sigue creciendo, tambien en la Andalucía rural, una mala noticia para Moreno porque el presidente no quiere ni en pintura a Macarena Olona como Vicepresidenta en el palacio de San Telmo. Y lo que veremos si ha cambiado es el hartazgo de los votantes a cuatro décadas de gobiernos del PSOE. Hay nuevo candidato Juan Espadas y nuevo proyecto que pasa página con Susana Díaz, pero es un proyecto que necesita tiempo para cuajar y el tiempo es el que es... Faltan solo 17 días de las elecciones

Aquí no hay nada decidido y todos los partidos lo saben. Ahí está lo ocurrido en Castilla y León. Todos saben que la campaña electoral va a ser decisiva. Moreno Bonilla se lo va a jugar todo a su marca, a su imagen de moderación, prescindidiendo de todo lo demás, en busca de su objetivo de ensanchar lo más posible su base para poder gobernar solo. El proyecto del socialista es a medio plazo. Pero el votante socialista, que está ahí y que se quedó en casa en 2018, necesita una ilusión, una bandera, una palanca para movilizarlos. La maquinaria del PSOE andaluz es formidable por sus activos alcaldías, cargos públicos y miltantes pero a Juan Espadas solo le vale que esté máxima potencia. Vox se juega seguir subiendo y ser la tercera fuerza. Y no contempla otra opción que entrar en el gobierno andaluz. Es su objetivo. por eso han enviado a Macarena Olona. para la ultraderecha, todo loq ue no sea entrar en san telmo srá un fracaso. Fracaso es lo que se avecina en Ciudadanos. Literalmente fagocitados por el PP en estos tres años y medio de legislatura, la formación naranja se juega la subsistencia en Andalucía. de 21 diputados, al abismo de quedarse fuera del parlamento. Y a la izquierda del PSOE se juega la credibilidad de un proyecto que pese a tener una buena candidata, está registrando demasiados tropiezos. se juegan mucho los partidos en esta campaña, pero las elecciones andaluzas no se van a ganar en una notaría, las ganará quien convenza a la gente y dé solución a sus problemas, el mayor aquí sigue siendo el paro.

Se cumplen 40 años de las primeras elecciones andaluzas, en las que arrasó el Psoe de Rafael Escuredo. Entonces, Andalucía luchaba por su autonomía... cuatro décadas después, puede entrar en el gobierno un partido que quiere desmontar la autonomía andaluza. Todos los partidos se juegan el presente, todos los andaluces se juegan su futuro.