Una oreja para Manuel Escribano ante el único miura potable de su solitario

Sevilla

El bagaje de una oreja puede parecer corto para la actuación de un torero en solitario, pero tratándose de toros de Miura en la Real Maestranza de Sevilla, festejo que ha cerrado este domingo el ciclo de Feria, viene a premiar la firme actuación del sevillano de Gerena Manuel Escribano ante un encierro que no se lo puso precisamente fácil y en el que aprovechó el único toro potable, el quinto de la tarde, para pasear una oreja que bien pudieron ser dos si la espada no hubiera caído tan baja.

Ficha del festejo

Real Maestranza de Sevilla: Domingo, 8 de mayo. Decimocuarto festejo del abono, decimosegundo del ciclo continuado de Feria.

Ganadería: Se lidiaron toros de Miura, bien presentados pero de escasas opciones en el tercio de muleta al embestir con las caras por las nubes y quedarse cortos de recorrido. Se salvo el quinto, que tuvo mas humillación y largura, siendo ovacionado en el arrastre.

Toreros: Manuel Escribano, de blanco y oro con rosas rojas bordadas, ovación en los dos primeros, silencio, silencio tras aviso, una oreja con petición de la segunda y ovación tras aviso.

Cuadrillas: José Chacón y Fernando Sánchez saludaron montera en mano tras compartir tercio de banderillas con el matador en el tercero, repitiendo Fernando Sánchez en el quinto. Manuel Jesús Ruiz Román y Manolo Quinta fueron ovacionados al picar al cuarto y al sexto, respectivamente.

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Incidencias: La plaza registró casi se llenó en tarde soleada y calurosa.

La crónica

La ovación que el respetable le tributó a Escribano tras hacer el paseíllo dejaba meridianamente claro que el calor del público no le iba a faltar al de Gerena en su encerrona ante los miuras que, un año más echaban, el cierre de la Feria de Sevilla. Al primero lo recibió Manuel con una larga cambiada de rodillas en el tercio, aunque ya en los lances posteriores el toro se empleó sin humillar. Hubo un quite por chicuelinas con el toro más templadito y descolgado antes de los tres primeros pares de banderillas de los quince que puso a lo largo de su actuación. Brindó Escribano a los tendidos y planteó la faena, como todas, en los medios pero el animal siempre echó la cara arriba aunque por el izquierdo tuvo mejor inicio de muletazo. Estocada traserilla.

Al segundo, lo haría en todos los toros pares, lo recibió a portagayola, lanceando después a la verónica a pesar de que el miura se empleaba a saltos. La faena de muleta comenzó con dos pases cambiados por la espalda citando desde los medios, pero el animal tampoco humilló y tan solo dejó escribano algún derechazo suelto. Estocada caída atravesada.

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El tercero perdió las manos de salida y fue protestado por parte del público. Aquí compartió Escribano banderillas con José Chacón y Fernando Sánchez, destacando el tercer par que puso el matador al quiebro y por los terrenos de adentro donde hubo un capote salvador del banderillero David Gómez. El toro llegó a la muleta muy descompuesto, soltando la cara, perdiendo las manos y haciendo hilo. Estocada traserilla.

El cuarto ya reponía de salida en los lances posteriores a la larga cambiada a portagayola. Galopó el toro al caballo y hubo un quite por delantales. El brindis fue a Morante, presente en el callejón de la plaza, y el comienzo de faena por estatuarios, tragando después en la primera serie diestra cuando el de Miura se le quedó en la cadera. Siempre con la cara alta, el animal reponía con prontitud buscando al torero en la segunda serie al natural hasta hacerle perder la muleta. Tres pinchazos y estocada desprendida y trasera.

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Por fortuna, salió el quinto, muy suelto de inicio y sin emplearse en las telas. El primer puyazo se lo dio en el caballo que hacía puerta Juan Francisco Peña y aquí de nuevo compartió Escribano con Fernando Sánchez banderillas, donde el toro comenzó a galopar con claridad. Mantuvo esa condición en la muleta, donde además se desplazó con largura y más humillado sobre todo por el pitón derecho. Vibrante trasteo en el que sonó el pasodoble para que el premio quedara en una oreja después de que la espada cayera algo baja.

Tras la portagayola al sexto, aun hubo otra larga cambiada de rodillas en el tercio para después enjaretarle las verónicas más templadas de la tarde. Tuvo cierta clase de salida el miureño e incluso Escribano galleó con el capote a la espalda para llevarlo al caballo de picar, donde se arrancó de largo al cite de Manolo Quinta hijo. El último par de banderillas volvió a ser espeluznante, citando de rodillas para, ya en pie, quebrar y clavar por los adentros. Tras brindar al capitán del Real Betis, Joaquín Sánchez, sentado en el tendido 3, Escribano se plantó en los medios y de nuevo de rodillas ligó tres derechazos como prólogo de una faena que no acabó de tomar vuelo al quedar el toro más paradito y con poca vida. Un pinchazo hondo precisó de dos descabellos.