Un país casi normal

Barcelona

No parece un espejismo. Se diría que estamos en un país casi normal: una Barcelona normal, una Cataluña normal, una España normal. La reunión anual del Círculo de Economía, nos sacó el año pasado de la anormalidad rotunda: la apuesta de economistas, empresarios y patronales por los indultos a los condenados del 'procés' ayudó a legitimar esa medida del Gobierno Sánchez, que tanto ha bajado la fiebre y la tensión social interna dentro de Cataluña. Ahora hay también otros problemas, incluso turbulencias muy graves, de la guerra a la inflación, de los espionajes a la fragmentación de los Gobiernos.

Pero la nueva reunión del “Cercle”, que ha congregado junto a la playa de la Barceloneta a los presidentes de la Generalitat y del Gobierno en torno a la presidenta de la Comisión Europea, y en la que han participado también el nuevo líder de la oposición y la alcaldesa de Barcelona, ha vuelto a actuar como esponja absorbente del mal rollo rampante en la escena política.

O al menos ha evitado las imprecaciones, los insultos, las descalificaciones tajantes. Se han formulado críticas fuertes. Sobre todo, de Pere Aragonès al Ejecutivo de Pedro Sánchez, a cuenta del CNI; y de Alberto Núñez Feijóo a los gobernantes 'indepes'. Pero todo en un tono educado, de la olvidada pulcritud parlamentaria. Ya dicen los franceses que “c’est le ton qui fait la chanson”: "que las maneras marcan la pauta”. Quizá el influjo de la presidenta Ursula von der Leyen, la más aplaudida, ha ayudado a subrayar la cortesía, en un foro que siempre ha destacado por lo cortés. Y el estilo de Feijóo, contenidos opinables aparte, ha contrastado tanto con el de sus predecesores, que todo parecía un alivio. Por un momento la gente de esta tierra parecíamos ser los de siempre.

Escucha todas las miradas de Xavier Vidal-Folch