0-1. La UD Ibiza gana en Gijón y certifica la permanencia

Ibiza

Las matemáticas dicen que la UD Ibiza seguirá jugando la próxima temporada en la Liga SmartBank. Con su triunfo en Gijón, el conjunto ibicenco asegura la permanencia, por si quedaba alguna duda. En su primera campaña en la División de Plata, los ibicencos pueden presumir de haber ganado en dos de los estadios más emblemáticos del fútbol español: La Rosaleda en Málaga, con esa inolvidable 'manita' y esta tarde en El Molinón, Enrique Castro 'Quini'.

En realidad, desde su victoria ante el conjunto andaluz el pasado mes de enero no había logrado los tres puntos a domicilio la UD. Triunfo merecido en tierras asturianas en un choque en el que los ibicencos han tenido el control absoluto y de haber estado precisos en el último pase habrían logrado un marcador más amplio. Buen partido de la UD durante 80 minutos, sobria atrás, sin pasar grandes apuros, con buena presión arriba y con sensación de equipo compacto y serio. Y muchos apuros en la recta final del choque en la que el Sporting ha generado claras ocasiones a pesar de jugar en inferioridad. En ese tramo el Ibiza se ha visto desbordado de forma inexplicable, ha dejado crecer a los locales y se ha aliado con la fortuna para que las oportunidades de los asturianos no acabaran en gol.

El entrenador de los celestes, Paco Jémez, ha optado por modificar un once inicial, saliéndose del guion, de hacer pocos cambios de una semana a otra. Domínguez bajo palos, Morillas en el lateral izquierdo, Javi Pérez en la medular y Nono como interior zurdo. Nada más darse el pitido inicial, los visitantes se adueñaron de la pelota, con una presión adelantada muy eficaz, robaban enseguida y movían con facilidad la pelota aprovechando la ansiedad sportinguista. Nono tenía protagonismo por su banda, Manu Molina llevaba la batuta en la medular y el equipo con la defensa adelantada hasta el centro del campo se mostraba superior sobre el césped, aunque sin generar peligro ante el marco de Cuéllar.

Pero se jugaba en campo visitante, la UD trataba bien el balón, mostraba personalidad y fruto de ese dominio y control en una jugada sin peligro aparente, Cifuentes sacó un gran centro desde la banda derecha y Ekain en posición de delantero centro mejoró todavía la acción, le ganó la posición al defensa Berrocal y cabeceó de forma impecable lejos del alcance del portero del Sporting. Un gran gol que ponía a los celestes se ponían por delante a los quince minutos y el marcador reflejaba lo que se estaba viendo, una clara superioridad ibicenca. Y pudieron doblar su ventaja los de Jémez un minuto después, esta vez fue Nono quien centró desde la izquierda y tras peinar Ekain, la pelota le quedo franca a Guerrero, que algo escorado disparó alto.

Se perdió la oportunidad y lo que estaba siendo un choque muy plácido para los ibicencos se trastocó a los 20 minutos, Manu Molina era arrollado por Gragera en un salto y caía a plomo sobre el césped. Susto tremendo, aunque afortunadamente tras ser atendido por los servicios médicos pudo retirarse consciente a los vestuarios. Fue trasladado a un hospital para ser sometido a pruebas, pero en principio todo quedó en un gran susto.

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Entró Appin para sustituirlo y la UD se desconectó durante unos minutos, perdió el toque, el orden y el control de la pelota y el Sporting, desaparecido en combate, empezó a asomar con dos galopadas de Rodríguez por banda izquierda, con apariciones de Fran Villalba en la media punta. La ocasión más peligrosa llegó en una buena internada de Kravets por banda izquierda con un centro raso, pero Morillas primero y Juan Ibiza después estuvieron providenciales para evitar el remate de los atacantes asturianos.

Tras unos minutos sin posesión, el Ibiza recuperó sensaciones, otro buen centro de Cifuentes no encontró rematador y Cristian Herrera lo probó desde la frontal, pero con un remate mordido que atajó Cuéllar. Cerca del descanso, una frivolidad de Javi Pérez, con un taconazo en la salida de pelota, dio paso a una oportunidad local en un lanzamiento de falta desde la frontal, con un disparo de Pedro Díaz que se fue ligeramente desviado y con el tiempo cumplido, Pablo Pérez, que ya había visto amarilla que debió ser roja por una dura entrada a Appin era expulsado por otra falta innecesaria. Ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas. Los asturianos se quedaban en inferioridad con obligación de remontar toda la segunda parte.

Tras el descanso, Diop entraba por Javi Pérez, porque a Jémez le debía durar todavía el cabreo por la frivolidad del centrocampista y Guille Rosas reaparecía en el Sporting.

En el segundo tiempo se mantuvo el mismo guión durante muchos minutos. Al fútbol se juega con un solo balón y si lo tienes tú evitas riesgos. Se mantenía el control ibicenco, con la pareja Diop-Appin en la medular, y Cristian Herrera estuvo cerca del gol en un par de ocasiones. El Sporting era un manojo de nervios, un conjunto impreciso , sin ideas y su entrenador, José Luis Martí, seguía moviendo el banquillo sin resultado alguno. Únicamente un par de apariciones de Ramírez en ataque, en una de ellas con un disparo bloqueado por la defensa ibicenca y en otra con gol anulado por fuera de juego. Pero al dominio ibicenco le faltó ambición y verticalidad y sobre todo, se olvidó de cerrar el choque.

El Ibiza llegaba con cierta facilidad a las inmediaciones de Cuéllar, pero no generaba ocasiones, ni sensación de peligro. Tampoco los cambios hechos por Jémez en esta fase han cambiado la dinámica del partido, y con las salidas de Nono y Ekain, que habían hecho un gran desgaste físico, y las entradas de Villar y Davo, los visitantes cedieron el control.

Los locales, viéndose perdidos, lo intentaron a la desesperada en los compases finales con varias ocasiones claras de gol Díaz, una diáfana para el goleador Djuka que inexplicablemente mandó el balón fuera y Calavera, ante el descontrol visitante que no supo frenar las acometidas asturianas. Pudo entrar alguna oportunidad local, pero no encontraron portería los remates. Con el Ibiza sufriendo se llegó al final. Los asturianos se meten en un lío, 4 puntos por encima de la permanencia. Nada que ver con la UD, que ya tiene los deberes hechos y que sigue mejorando la nota final en su primera campaña en la Segunda División.