Paco Belmonte: siete años, un ascenso y estabilidad en el fútbol profesional

Cartagena

Se cumplen 7 años del aterrizaje, el 27 de abril de 2015, de Paco Belmonte en el FC Cartagena. El mandatario albinegro tomó el control de forma temporal hasta final de esa temporada, condicionado a la permanencia del club en Segunda B. En principio como propietario de la entidad y más tarde también como presidente, un cargo que ocupa desde mayo de 2016. Siete años en los que el crecimiento del club en todos los ámbitos es palpable: deportivamente, socialmente y económicamente. El Efesé vive ahora uno de los mejores momentos de su historia, asentado en el fútbol profesional.

La llegada de Belmonte no fue sencilla. Se hizo cargo del club albinegro a tres jornadas del final de la liga regular, con el equipo en descenso a Tercera, y el compromiso de llevar a cabo un proyecto de futuro en caso de salvación. El club vivía los momentos más complicados de su historia, con el grupo de Sporto Gol Man sin pagar las nóminas de los jugadores, en concurso de acreedores, y coqueteando con el descenso y una posible desaparición. El agónico gol de Carlos Martínez en el Anexo de Las Palmas insufló vida al conjunto cartagenero y al proyecto de Belmonte.

Tras un importante 'patinazo' semanas después con la proposición de un referéndum y el posible traslado del Jumilla, Belmonte empezó a ejecutar su proyecto deportivo liderado en el banquillo por el ídolo albinegro Víctor Fernández. Sánchez Breis llegaba al club y se convertía en la mano derecha del murciano, junto a Deseado Flores, que ocupó el cargo de presidente. La campaña arrancó de forma irregular y Víctor dejaba su puesto a Alberto Monteagudo, que dejó al equipo séptimo, a diez puntos del playoff. Flores salía por la puerta de atrás del club por desavenencias con Belmonte, que entonces se hizo cargo de la presidencia.

En la segunda campaña el club fue campeón de invierno pero se deshinchó en el tramo final, entrando en playoff sufriendo en la última jornada. Los albinegros eliminaban al Alcoyano pero no pudieron con el Barça B. La tercera campaña fue quizá la más dura deportivamente hablando, con la debacle del Cerro del Espino ante el Rayo Majadahonda en la eliminatoria de campeones y el segundo tropiezo ante el Extremadura tras derrotar al filial del Celta.

Este fracaso tuvo consecuencias como el relevo en el banquillo al que llegó Gustavo Munúa. Tras volver a ser campeones de invierno, el equipo se atascó en la segunda vuelta aunque logró terminar segundo. Tras remontar ante el Castilla, la Ponferradina fue verdugo de los albinegros en el playoff. En la 2019/20 llegaría por fin el ansiado ascenso a Segunda, aunque en una de las temporadas más raras de la historia. Tras la salida de Munúa en invierno rumbo al Nacional de Montevideo, llegaba Borja Jiménez antes de que la competición se suspendiera por la pandemia. En julio de 2020 la mano de Marc Martínez en la tanda de penaltis llevaba por fin al Efesé al fútbol profesional.

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Costó adaptarse a la categoría y el club cerró la primera vuelta en puestos de descenso. La llegada de Luis Carrión y ocho fichajes invernales permitió reconducir el rumbo de la nave albinegra y lograr la salvación con dos jornadas de margen. En la presente temporada el club ha seguido creciendo en todos los aspectos, también en el deportivo, asentándose en la categoría. Es innegable que el club está hoy en día mucho mejor que en 2015, cuando agonizaba económicamente y sobrevolaba el Cartagonova la sombra del descenso a Tercera. Ahora los albinegros, e fútbol profesional desde hace dos años, están asentados en LaLiga Smartbank, en novena posición y mirando más al playoff que a la permanencia.

Está económicamente saneado, terminando de pagar su concurso de acreedores, e ilusiona en lo deportivo a los cerca de 8.500 socios del club con jugadores de la talla de Rubén Castro, De Blasis o Álex Gallar. Las bases, inexistentes entonces, han crecido exponencialmente en los últimos años y empiezan a dar sus frutos, con el filial luchando por el ascenso a 2ªRFEF y el juvenil en División de Honor. El Cartagonova brilla como nunca con la nueva iluminación, pagada por el Ayuntamiento, así como por las recientes reformas de las oficinas o las próximas que se ejecutarán en la fachada. El FCC Business aglutina a más de un centenar de empresas, locales y regionales, que colaboran con el club.

Sin embargo hay todavía asignaturas pendientes en el club cartagenero. La principal es la ausencia de una ciudad deportiva para el primer equipo y las bases. Desde el club llevan meses anunciando próximas novedades al respecto que todavía no han llegado. Sin embargo es cuestión de tiempo que, con el impulso económico del fondo CVC, el proyecto se ponga en marcha, ya sea en Pinatar Arena, La Manga Club o en una ciudad deportiva propia.

El otro punto a mejorar es la implantación del Efesé en la comarca. El club albinegro triunfa en Cartagena y La Unión, pero le cuesta seguir implantándose en municipios vecinos como Torre Pacheco, San Javier, Los Alcázares, Fuente Álamo o San Pedro del Pinatar. Es por ahí donde la directiva albinegra debería apretar para lograr incrementar la masa social y alcanzar los 10.000 abonados que se buscaban este verano.