Detenido en Ibi por estafar más de 140.000 euros al suplantar la identidad de una juguetera de Castalla
Se le imputa un delito de estafa agravada y tras prestar declaración ante el juez instructor de Ibi se ha decretado su puesta en libertad con cargos
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/HBBWXMZ3UZDUPLOMCAY226FWUI.jpg?auth=7ec2242f3e09ccfa1454cf881e8e325ba04ed65a7818942806c00dd7006b4da3&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
Un agente de la Guardia Civil en la operación EVENCA
![Un agente de la Guardia Civil en la operación EVENCA](https://cadenaser.com/resizer/v2/HBBWXMZ3UZDUPLOMCAY226FWUI.jpg?auth=7ec2242f3e09ccfa1454cf881e8e325ba04ed65a7818942806c00dd7006b4da3)
Alcoy
Una investigación iniciada por el Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Ibi en mayo de 2021 ha culminado con la detención, el pasado 7 de abril, de un varón de 52 años en la localidad de Ibi. Se le imputa un delito de estafa agravada. Tras prestar declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº2 de Ibi, el juez ha decretado su puesta en libertad con cargos. La investigación de la denominada operación EVENCA comenzó con la denuncia interpuesta por una empresa de juguetería con sede en Castalla. Entonces se tuvo conocimiento de que presuntamente se había cometido una estafa a un cliente suyo de Holanda tras haber suplantado ambas identidades por correo electrónico.
Según el relato policial, el detenido suplantó la identidad de dos empresas que mantenían relaciones comerciales entre sí, modificó el número de cuenta corriente a la que debía llegar el ingreso y emitió facturas falsas que posteriormente envió por correo electrónico.
El varón, que se presentó voluntariamente en dependencias policiales, manifestó que se había gastado la totalidad de lo estafado, 140.000 euros, en diversos pagos personales y profesionales. El supuesto autor, que no tenía antecedentes por hechos similares ni relación laboral o comercial previa con ninguna de las sociedades perjudicadas, modificó el dominio de los correos electrónicos de ambas. Mediante técnicas de ingeniería social y tras hacerse con los datos pertinentes de la empresa de Castalla, quien presuntamente emitía las facturas, las envió a la empresa holandesa víctima del fraude.
Debido a sus vínculos comerciales las empresas siguieron en contacto y gracias a ello, finalmente fueron conscientes de lo sucedido. Ninguna de ellas se había percatado hasta el momento de la falsificación de correos, pedidos y pago de facturas por lo que la empresa de Castalla decidió ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil para que se investigara a dónde había ido destinado el dinero.
El movimiento del capital defraudado a través de cuentas corrientes creadas por el presunto autor de los hechos dificultó la trazabilidad del dinero y la actuación de los agentes quienes, tras una larga investigación pudieron localizar y detener al mismo, un español afincado en Catarroja (Valencia).
Técnica email spoofing
La técnica utilizada se conoce como de email spoofing, el detenido enviaba mensajes de correo electrónico que previamente había modificado, resultando la dirección prácticamente idéntica a la del supuesto emisor. Se trata de una técnica maliciosa de suplantación de identidad ya sea de una entidad, una persona o una página web con el propósito de obtener información privada. Lo más corriente es la suplantación de una dirección de correo electrónico de una empresa o de una persona física y solicitar información relevante. En los ataques mediante spoofing, lo habitual es falsificar los encabezados del correo o el dominio de los correos reales para que, al ser casi imperceptible, los usuarios no sean conscientes del engaño. Lo primordial para protegerse contra el email spoofing es no pinchar en enlaces para acceder a páginas web. El principal consejo que da la Guardia Civil es ser precavido y pese a creer que es algo conocido, leer bien tanto las direcciones de correo como el cuerpo de texto de los mensajes de correo electrónico.
Otras pautas que se pueden seguir para evitar ser víctima de este tipo de engaño pueden ser: detectar errores gramaticales en el mensaje, comprobar el remitente del mensaje y asegurarnos de que todos los datos que aparecen son legítimos o revisar los enlaces y no acceder a ellos si no estamos seguros de su procedencia.