Isak, el final de una sequía que duraba más de tres meses

San Sebastián

Alexander Isak respira aliviado. Han sido muchos meses de sequía goleadora. Demasiados para un delantero de su categoría. El último gol del delantero internacional sueco databa del 18 de diciembre del año pasado. Fue el autor del 1-3 en la derrota en el Reale Arena contra el Villarreal. Desde entonces, nada. Ni en Liga, ni en Europa, ni tampoco en la Copa del Rey. Ni siquiera el que hasta ahora era su mes favorito le sirvió para romper su mala racha ante la portería contraria. En febrero tampoco fue capaz de marcar, cuando hasta ahora se había hinchado en años anteriores. Pero contra el Espanyol puso fin a su sequía marcando el gol de la victoria de penalti en el tiempo de descuento. Atrás quedaban tres meses y medio largos y complicados para un delantero que veía de marcar 17 goles en sus dos primeras temporada en la Real Sociedad.

No es normal ver a Isak siendo tan errático de cara a la portería contraria. Pero no está siendo su mejor temporada, a pesar de que no se le puede negar que no para de intentarlo, y que aporta también en otras facetas del ataque realista. Pero los delanteros viven del gol, y el ariete de Solna esta temporada apenas suma nueve en todas las competiciones que ha disputado (cinco de ellos en LaLiga, y dos de penalti), y no sabía todavía lo que era marcar en este 2022. Son cifras que contrastan con su importancia en el juego de la Real, porque se trata de su delantero referencia, pero no se está reflejando en la estadística. Alexander Isak ha jugado 2.241 minutos, distribuidos en 34 partidos, y sólo ha visto puerta en nueve ocasiones. Pero no se le puede negar insistencia. El sueco, aunque no haya marcado, ha seguido siendo un jugador capaz de generar mucho peligro ante la portería contrario. Pero este año tiene la pólvora mojada. Según la aplicación de inteligencia artificial y estadística, Olocip, Isak ha disparado esta temporada en laLiga en 53 ocasiones, haciendo sólo cinco goles, lo que quiere decir que marca un gol por cada diez ocasiones que genera. El porcentaje no es muy alentador y refleja claramente el estado anímico por el que atraviesa.

Isak es líder de la Real en tiros fallados, en finalizaciones con el pie y con la cabeza. Es decir, el delantero sueco siempre está presente en el ataque de la Real. Pero su acierto está brillando por su ausencia. Al menos, hasta ahora. Porque se espera que su partido contra el Espanyol supongo un punto de inflexión en su temporada. La Real le necesita más que nunca, porque ante la baja de Oyarzabal, debe dar un paso adelante y asumir la responsabilidad del gol en el equipo de Imanol. El lunes así lo hizo, con el conjunto realista llevando la iniciativa, pero totalmente atascado, apareció el 'txipiron sueco' para echarse el equipo a la espalda, y generar casi todo el caudal ofensivo de los donostiarras. Lo hizo, además, partiendo de una posición que era nueva esta temporada para él: el interior zurdo. Isak jugó en banda, y aunque muchos pensaban que estaba un poco lejos de su zona de influencia, el sueco estuvo muy activo, especialmente en la segunda parte, para liderar el ataque realista con sus galopadas. Retrasó un poco su posición para partir de más atrás y poder aprovechar su potencia y velocidad en carrera, dibujando diagonales y tirando paredes con sus compañeros que no estuvieron lejos de convertirse en gol.

Isak fue el mejor contra el Espanyol, cuajando una actuación notable, y cumpliéndose el objetivo de su entrenador, Imanol Alguacil, cuando lo dejó en el banquillo del Sánchez Pizjuán contra el Sevilla antes de marcharse con su selección en el parón liguero. "Quiero que esté enfadado conmigo por dejarlo en el banquillo y que lo saque en el siguiente partido". Dicho y hecho. Isak estuvo muy incisivo, y se convirtió en el jugador decisivo del partido al marcar el gol de la victoria de la Real, con ese penalti en el tiempo de descuento, su segundo tanto desde los once metros esta temporada. Jugador fundamental para el esquema de la Real, todavía está a tiempo de corregir su temporada y acabar dentro de sus números la temporada. De momento, está lejos, pero con Isak todo es posible. Sus dos primeras temporadas acabó marcando 17 goles en todas las competiciones. Ahora suma nueve, así que le faltan otros ocho para igualar sus registros. De momento, ya ha cortado la racha. Ya ha vuelto a marcar. Ahora espera que haga un efecto llamada para los siguientes tantos. Y en verano ya se verá qué pasa con su futuro, con la Premier League siempre al acecho. Lo único seguro es que renovó hace un año y que tiene en contrato en vigor con los donostiarra.