Dimite el director médico de Atención Primaria en Cantabria por discrepancias con el consejero de Sanidad
Antonio Martínez habla de diferencias de criterio insalvables con Raúl Pesquera
Antonio Martínez, director médico de la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud.
Santander
El director médico de la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Antonio Martínez Torre, ha presentado su dimisión del cargo por discrepancias con el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera al considerar que con sus declaraciones antepone la obtención de votos, sin parecer importarle el desprestigio a los profesionales sanitarios.
La dimisión se ha producido menos de tres semanas después de la toma de posesión el pasado 17 de marzo del nuevo consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, que sustituyó a Miguel Rodríguez, que también dejó el cargo.
El adiós de Martínez Torre, que llevaba menos de un año en el cargo, se suma a la lista de cambios en la Consejería de Sanidad y el SCS a lo largo de esta legislatura.
Martínez había asumido el cargo de director médico de Atención Primaria a mediados de junio del año pasado en sustitución de Beatriz Josa, la cual el 28 de enero de 2021 presentó su dimisión "irrevocable" tras conocerse que su madre fue vacunada contra el coronavirus en el centro de salud de Nueva Montaña, en Santander, cuando la campaña se dirigía a sanitarios del servicio de emergencias del 061.
Sobre esta decisión ha rehusado hacer ningún tipo de declaración en la Cadena Ser al sentirse muy afectado por una decisión que asegura ha sido muy dura. Se ha limitado a las palabras que ha hecho llegar a sus compañeros a través de un correo electrónico y que reproducimos a continuación.
“Después de las últimas declaraciones del actual consejero de sanidad y de las notas de prensa publicadas recientemente, he decidido presentar mi dimisión como director Médico de Atención Primaria.
Siempre he creído que cuidando a los profesionales y haciendo que se sientan bien es como se consigue el mayor rendimiento y el máximo beneficio para el ciudadano.
Las insalvables diferencias de criterio respecto a un consejero que antepone la obtención de votos sin importarle añadir desprestigio a los profesionales y cuestionando a un colectivo, el de la Atención Primaria, que lleva realizando un esfuerzo ímprobo, me hace dar este paso.
Ignoro si esta decisión le puede hacer recapacitar de su estrategia respecto a la Atención Primaria, confiando más en sus profesionales y en el equipo directivo de la GAP, pero es la única acción coherente con mi ética.
Hace unos días, una compañera intentando darme ánimos me dijo una frase de película Fuerza y Honor. Pues bien, no me quedan fuerzas, pero renuncio a mi honor.
Mi estado de ánimo se puede definir con el final del poema de William Ernest Henley. No importa cuan estrecho sea el portal, cuan cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”.
